Ahituvi exige una reunión urgente con Fole ante la nueva polémica de terrazas

El pintado del espacio para colocar las terrazas en la hostelería según lo marcado en la ordenanza aprobada en su día en Ravella vuelve a provocar un nuevo cisma entre el sector y el gobierno de Tomás Fole. Técnicos municipales y agentes de la Policía Local iniciaban las inspecciones el lunes en la zona de A Baldosa y fue ahí cuando estalló la bomba. Todos los establecimientos del lugar veían reducido de forma exponencial el espacio para sus veladores y advertían que esta medida los puede abocar al cierre en un plazo de tres meses. Ayer el pintado continuaba por otras zonas como la Alameda o calles aledañas ante la indignación de muchos hosteleros. El malestar ha provocado que Ahituvi exija ahora una reunión urgente con Tomás Fole. Y es que el colectivo se muestra visiblemente molesto por el hecho de que la Comisión de Seguimiento de cumplimiento de la ordenanza no se haya convocado antes de marcar los espacios.
Por su parte en A Baldosa, zona en la que se inició la polémica, se han desvinculado de la asociación de hosteleros al entender que \“no nos representan\” y ayer mismo presentaban en el Registro del Concello un escrito en el que exigen lo mismo que el colectivo: Una reunión urgente con el alcalde. Lo cierto es que es la primera vez que los empresarios de esta calle se unen para una causa común. Y es que cabe recordar que en el momento de la aprobación de la ordenanza solo uno de ellos, el del Lembranza, alzó la voz en contra de la aprobación de la normativa.
El asunto amenaza con llegar incluso al próximo Pleno de la Corporación, dado que son muchos los hosteleros que creen que la aplicación de la ordenanza los llevará a una pérdida tremenda en el número de clientes y que, además, esto podría conllevar el cierre de sus establecimientos en muy poco tiempo.
La ordenanza de terrazas siempre ha estado rodeada de la polémica incluso desde el momento en el que el anterior gobierno bipartito (PSOE-BNG) quiso sacarla adelante. En aquel entonces Tomás Fole, todavía en la oposición, se puso de lado de los hosteleros exigiendo una ordenanza razonable y que respetase tanto a los peatones como a la actividad económica. En su momento, y con el conservador ya en el gobierno de Ravella, se llegó a un pacto de caballeros en el que los hosteleros de Ahituvi no alzaban la voz contra la ordenanza a cambio de que el gobierno tuviese algo así como \“manga ancha\” a la hora de aplicar la norma vigente. Los hosteleros de Ahituvi consideran ahora que desde el Concello no se está aplicando con \“raciocinio\” la norma y que esta debería atender a las particularidades de cada punto distinto de la ciudad.
Lo que está claro es que han sido muchos los vecinos próximos a enclaves con terrazas que han denunciado los excesos de los hosteleros ante el Concello y han exigido que se aplique la norma vigente. Desde el gobierno reconocieron que la \“manga ancha\” se permitió durante la temporada estival para que los negocios tuviesen beneficios en plena crisis.