Ahituvi pide que los cambios para regular las terrazas sean “meditados”

La asociación de hosteleros Ahituvi se resigna a un nuevo cambio en la ordenanza de terrazas. “Se o Supremo di iso está claro que hai que darlle unha volta”, asegura su presidente, Ricardo Santamaría, ante la sentencia que prohíbe las terrazas pegadas a la línea de la fachada.
En cualquier caso, la llegada de las elecciones municipales siempre suponen para el sector un temor a un nuevo cambios. “Chega o novo goberno e fai unha nova ordenanza”, lamenta Santamaría, que apuesta por textos más meditados, consensuados y con vistas a largo plazo.
“Xa llo dixemos”, asegura en referencia al gobierno de Alberto Varela, “pero querían aprobala canto antes”, añade. Reconoce que la sentencia del Supremo puede ser un palo para las terrazas situadas en las zonas de paso, como la Avenida da Marina al pasar la Alameda o las inmediaciones del Concello, por poner dos ejemplos. En cualquier caso, Santamaría es consciente de que la sentencia del Supremo sienta un precedente que podría dar lugar a “denuncias”. Por ello, está convencido de que a la ordenanza de terrazas “habería que darlle unha volta”. No solo sobre esta cuestión, sino en general.
El presidente de los hosteleros es partidario de una “zonificación”, es decir, de regular teniendo en cuenta las características de cada espacio. “Non é o mesmo Rey Daviña que Castelao, onde hai garaxes e a xente soe ir pola liña dos edificios”, describe. Además, considera que el texto debe estar sometido a “anexos” y modificaciones parciales para, por ejemplo, dar cabida a nuevas zonas, como la que surgirá en breve con la peatonalización de A Independencia. “Lexislar non é doado, pero Vilagarcía tampouco é Madrid”, apunta el portavoz del sector hostelero, que también reclama atención al mobiliario urbano. “En moitos casos non deixa paso para as ambulancias”, señala Santamaría.
Sin cumplir
En todo caso, todo texto carece de valor si, tal y como pasa con la ordenanza de terrazas, su cumplimiento es más bien escaso. Ahituvi pidió en muchas ocasiones al Concello control sobre las infracciones. “Cada vez que temos reunión co goberno esiximos que se cumpla a ordenanza. Se nos poñemos quisquillosos, todos incumprimos, pero hai agravios moi graves que son competencia desleal”, apunta Santamaría. l