Alberto García aclara que las facturas en comidas no le cuestan ni un céntimo a los vecinos

El exalcalde y portavoz del grupo municipal socialista de Catoira, Alberto García, tiene claro que las críticas del actual regidor, Xoán Castaño, hacia su gestión económica, responden a su intención de “escudarse en informes técnicos”.

Para García, esta actitud “é un despropósito”. Responde a Castaño que “eses informes fanse todos os anos e non é obriga cumprir as medidas que din os funcionarios”. En cualquier caso, el exalcalde quiere aclarar lo que considera “a gran mentira” del actual gobierno. Es decir, la deuda de Catoira. “Na caixa quedaron 200.000 euros”, explica el exalcalde que añade otros datos. “Os dereitos de cobro do Concello son maiores que as obrigas de pago”. Además, según el socialista “todos os orzamentos desde hai trinta anos pecháronse con remanente positivo”. Algo que sabrían los ediles que ahora están en un ejecutivo todavía sin conformar si “miraran as liquidacións” de los últimos treinta años. “Acordoulles agora. Este señor alcalde por decreto verbal non traballou absolutamente nada”, señala García.

Otra acusación que molesta y mucho al grupo socialista es la de gastos en restaurantes. Apuntan que las facturas que denunciaron Castaño y su número dos, María Paz, corresponden a los seminarios internacionales y a la cena de la Romaría Vikinga.

En ambos casos, los gastos, aunque el pago lo realice el Concello, se amortizan o bien a través de subvenciones, o bien con la matrícula de los cursos o bien lo pagan los propios comensales. “Non lles custa nada aos veciños”, apunta García que añade que “é un diñeiro que se consigue e que lle da vida a Catoira”. Además, los ediles socialistas acusan a Castaño de negarle el ticket gratuito para la cena vikinga a los actores que realizan la obra de teatro durante toda la semana y que llevan “un ano ensaiando. Din que cun bocata e un auga é suficiente”, asegura el portavoz socialista.

Los concejales de puño y la rosa se muestran preocupados por la programación de la Vikinga, una de las pocas que goza con el sello de Interés Turístico Internacional, en medio de esta indecisión política. Catoira es uno de los pocos municipios que sigue sin Pleno de organización. El plazo legal todavía finaliza el 26 (una semana antes de que comience la Vikinga), pero el problema es que no está nada claro si será un gobierno en solitario de los ediles suspendidos de militancia por el BNG o si habrá pacto con el PP. “Non hai goberno porque non son capaces de poñelo en marcha”, asegura el portavoz socialista.

Señala el ejecutivo saliente que de la programación de la Vikinga solo se dejaron atadas pequeñas actuaciones. “Cando coincide en ano electoral prefiro facelo así por respeto ao goberno entrante”. García también presume de que los impuestos llevan décadas sin subirse en Catoira, “coa excepción da auga, que a sube a Xunta” y advierte de que las medidas que se tomen a este respecto tienen una única responsabilidad, la política. Eso sí, los socialistas apuntan que dejaron dinero en caja para varios proyectos, como 48.337 euros para caminos; 119.981 en ayudas para la accesibilidad del viario norte del Polígono Industrial; 18.000 para la señalización y puesta en valor de los petroglifos de Pedras Minas; 51.168 para el parque forestal o dos planes redactados y a punto de subvención de Mobilidade Urbana Sostenible y de Dinamización do Camiño Escolar Seguro, orientado a que los niños del casco urbano puedan ir andando al colegio.

Tres contratos sin concurso 
El concejal socialista Roberto Bouzón también puso en duda la “transparencia” de la que presume Xoán Castaño al asegurar que hace unos días se llevó a cabo la contratación de tres operarios “sen concurso público” ni a través de Servicio Público de Empleo. A este respecto García también acusó al alcalde de “mentir” sobre el informe de la selección de monitores. “Levo tras del desde o 24 de xuño e ata onte non respondeu”, asegura el socialista. l