Un año, doce páginas, mil experiencias

Un año, doce páginas, mil experiencias
El nuevo presidente local del PP de Vilagarcía, Alfonso Gallego, durante la entrevista | g. salgado

Hace un año, mi vida dio un vuelco. Han pasado 12 meses desde que di un paso al frente para aportar mi granito de arena en base a una firme creencia: que puede existir una Vilagarcía mejor. Son ya 365 días desde que dije “sí” a sacar ese político que muchos llevamos dentro y me comprometí con un proyecto ilusionante. El 14 de mayo de 2017, mis compañeros del PP de Vilagarcía depositaron su confianza en mí para que tomase las riendas y le diese un giro notable al partido. Lo recuerdo como si fuese hoy, todavía resuenan las frases como un soniquete en mi cabeza: “todo va a cambiar”, “el reto va a ser difícil”, “el camino no va a ser agradable”… el silencio, no importa, estoy aquí para enfrentarme a ello. Lo cierto es que no se equivocaban, pero he de reconocer que en la política, como en la vida, todo depende de la actitud con la que afrontes las situaciones y de la gente que te rodee. Esa es la clave.
En este tiempo hemos reescrito el guion de lo que es y será el nuevo PP de Vilagarcía, ahora y en el futuro. Para todos y cada uno de nosotros supone algo tan importante que no pensamos escatimar en horas de trabajo, debates, propósitos y lluvias de ideas. Hemos intentado ser humildes, correctos y respetuosos, constructivos en nuestras múltiples aportaciones. Nos hemos brindado a todo el mundo con un simple objetivo en el punto de mira: ayudar. Así entendemos que debe ser la labor de cualquier político y de todo partido, ya sea gobierno u oposición.
He aprendido. He descubierto que la política desde dentro es exigente, dura a veces, pero preciosa y gratificante cuando logras conseguir lo que los vecinos llevan meses demandando. Esos pequeños grandes triunfos son los que te incitan a tomar aire, seguir adelante, buscar nuevos retos, cotas más altas y seguir caminando. Porque sí, lo creo y lo reitero, se puede vivir en una Vilagarcía mejor.
Lo dijo Leonardo Da Vinci, “la sabiduría es hija de la experiencia”, y en estos meses yo me he instruido en muchas de las cosas que desconocía. He preguntado a quien tiene la experiencia en la gestión y a quien la tiene como ciudadanía. Del contraste entre estos dos puntos de vista nace el acierto.
El PP de Vilagarcía ha cambiado, es inevitable cuando cambian sus integrantes. La premisa es hacerlo de forma positiva, aprender de los errores del pasado y no volver a tropezar con las mismas piedras, por mucho que sea condición humana. Aprovechar esa experiencia y ese conocimiento para optimizar recursos. Ser mejores para llevar a Vilagarcía a la excelencia.
Cuando mis compañeros confiaron en mí para que me pusiese al frente del partido, les di mi palabra. Haciendo balance de este primer año sólo puedo agradecerles la confianza y todos los consejos, las horas de trabajo, las ideas y los ánimos. Gracias por haber conformado un equipo nuevo vistiendo la misma camiseta y el mismo escudo, con las mismas aspiraciones de siempre: ser un partido de referencia para la sociedad, tanto cuando se gobierna como cuando se es oposición. Las personas son lo primero, voten a quien voten.
Me considero un tipo afortunado que ha vivido en un año mucho más que 12 páginas de un intenso calendario. He conocido gente y redescubierto rincones de la que para mí es la primera ciudad de la comarca, de la provincia y del planeta entero. Creo que todo el mundo debería darse una oportunidad para aportar aquello de bueno que lleva dentro, y yo estoy dispuesto a hacerlo.
Gracias compañeros, los de antes y los de ahora; y, ante todo, gracias a la ciudadanía. Que te reciban tan bien cuando todavía no te conocen lo suficiente es de valorar. Que te abran sus puertas cuando vuelves después de haber cumplido tu palabra, logrando mejoras para colectivos y clubes, todavía es más gratificante. Así entiendo yo la política, como un trabajo en equipo en el que la gran victoria es conseguir movernos al mismo son y mejorar el día a día de todos. Vilagarcía tiene que ser una ciudad mucho más humana, más cercana y sobre todo más amable. Actualmente veo mucha gente dolida y preocupada que no recibe el trato que se merece. Eso ha de cambiar. Es más, ¡eso va a cambiar! Entre todos lo lograremos.
Reitero mi agradecimiento a todos por este primer año. Revalido mis compromisos para los siguientes meses con más fuerza si cabe. Seguiré siendo un vecino primero y un político después, porque creo que ese es el orden correcto.
Nos seguiremos viendo, reuniendo y encontrando porque tenemos mucho que cambiar de este pequeño gran paraíso llamado a escribirse con mayúsculas: Vilagarcía de Arousa.

Un año, doce páginas, mil experiencias

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