La aprobación inicial del Plan Xeral de Ordenación Municipal está pendiente de un informe de Carreteras, según dio a conocer la concejala de Urbanismo, Paola María. Una vez que este documento se reciba, PXOM se expondrá y explicará al resto de grupos políticos que forman parte de la Corporación. El Pleno será otro paso de cara a la aprobación inicial del PXOM, que después se someterá a información pública antes de ir de nuevo a la Xunta para la aprobación definitiva.
Son los pasos que marca la legislación de un documento llamado a definir a la Vilagarcía del presente y del futuro. El actual PXOM data del año 2000 y no solventa muchas de las cuestiones que han ido surgiendo en estas décadas, tanto relacionadas con aspectos de población, como de sus dinámicas, y otras como la movilidad de una ciudad que ha experimentado notables cambios urbanísticos.
Fueron varios los intentos por sacar adelante el PXOM, cuya revisión se inició en 2010, con el bipartito PSOE- BNG. En el siguiente mandato, con el popular Tomás Fole al frente, incluso se llegó a presentar el documento, que preveía la puesta en marcha de más de seis mil viviendas, que el borrador hecho posteriormente por el ejecutivo socialista limitó a algo más de un millar.
En cualquier caso, el proceso quedó guardado en un cajón durante el mandato del PP tras encontrarse con la negativa rotunda de la Xunta a aplicar el convenio de Lantero, ya que superaba con mucho la edificabilidad permitida. Fue este también uno de los escollos con los que se encontraron los socialistas cuando retomaron el proceso, aunque primero debieron hacer frente a la crisis generada en la empresa redactora, que se solventó cuando algunos de sus trabajadores asumieron los trabajos de redacción.
En enero de 2019 un informe de la Dirección Xeral de Urbanismo incidía en que las alturas propuestas para Lantero, de 2,055 metros cuadrado por metro cuadrado, excedía “con moito” la del entorno. El gobierno local defendió esta opción, indicando que se trata de un cómputo por distritos y que, de esta manera, no se superaría la edificabilidad al reducirla en otros puntos.
La propuesta recogida en el documento, que no ha trascendido si se mantiene o no, vinculaba la finca de Lantero con al de O Ramal, donde computarían las zonas verdes recogidas en el convenio para Rosalía de Castro. Una idea que no convenció entonces a la familia propietaria de los terrenos, que incluso amenazó con denunciar si no se cumplía el convenio que facilitó el traslado de la fábrica a O Pousadoiro y que le daba una altura todavía mayor.
Otro de los terrenos que está pendiente de una solución es el de la Finca d’Ouro, donde el plan sectorial elaborado por la Xunta en época del bipartito incluía la construcción de 257 viviendas duplicando la edificabilidad que prevé el PXOM, con 0,5 metros cuadrados por metro cuadrado, aunque dicha opción no contaba con el consenso del sector inmobiliario. Son algunas de las cuestiones que tendrá que resolver un PXOM que, según indican desde el ejecutivo, está en camino.