Arousa busca mecanismos de control para las playas tras descartarse la cita previa

Arousa busca mecanismos de control para las playas tras descartarse la cita previa
El alcalde, Alberto Varela, compareció ayer con la edila de Promoción Económica, Alba Briones | gonzalo salgado

No habrá sistema de cita previa en las playas de O Salnés este verano. El alcalde de Vilagarcía y presidente de la Fegamp, Alberto Varela, comunicaba ayer una decisión que comparten prácticamente todos los alcaldes de los concellos gallegos y que había sido puesta sobre la mesa por la Xunta de Galicia esta misma semana, no sin despertar controversias. Varela es tajante y señala que “é practicamente imposible xestionar iso” y anunció que será “esta mesma semana cando se farán mesas de traballo para ver se esa tecnoloxía pode ser usada para buscar outras alternativas de uso dos nosos areais”.

Y es que si Galicia y sus cuatro provincias pasan a la denominada Fase 2 a partir del lunes 25 (una decisión que se conocerá previsiblemente mañana) estaría permitido tomar el sol o bañarse en las playas. Varela manifiesta que “estamos esperando polas recomendacións das autoridades sanitarias e do Estado” y es prudente a la hora de avanzar nada señalando que “temos que ver primeiro se imos pasar de fase”.

Es por ello que, a día de hoy, ni los vilagarcianos ni el resto de arousanos saben si el lunes podrán acudir a uno de los múltiples arenales que hay en la Ría ni en qué condiciones deberán hacerlo. “Está claro que todos queremos abrir as nosas praias, pero temos que ver qué mecanismos poñemos en marcha e que sistemas de control e vixiancia se poden activar”, explica el alcalde vilagarciano.

Por el momento los concellos coinciden en la importancia de que las playas arousanas sean un destino seguro para los turistas potenciales que, una vez finalizada la desescalada, puedan servir para reactivar la castigada economía de la zona con motivo de la crisis sanitaria.

A día de hoy solo Sanxenxo puso sobre la mesa una posible solución para el control y seguridad en los arenales urbanos con un ejemplo de parcelación en el arenal de Silgar. Sin embargo, al menos de momento, desde el Estado central no se han pronunciado sobre cuales serán los requisitos exigibles. Tampoco los concellos costeros saben a ciencia cierta cómo podrán desarrollarse esas medidas de control de aforo, dado que no es lo mismo una localidad como Vilagarcía (con menos arenales) que O Grove o A Illa (con decenas de ellos a lo largo de toda su geografía).

En el margen norte de la Ría el Concello de Ribeira anunciaba la adquisición de drones para controlar las aglomeraciones en las playas, algo que también ha planteado el gobierno local de Sanxenxo.

Lo que sí está claro es lo que se puede hacer a día de hoy. Municipios como Sanxenxo o Vilagarcía abrieron ya en esta fase sus playas para los paseos, facilitando así la distancia de seguridad entre los peatones. l

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