“En Arousa no se pasa hambre, pero sí hay necesidad y ganas de cosas”

“Esto no es África. Aquí, en Arousa, hoy en día, no se pasa hambre”, afirma rotundo Francisco Fernández, el responsable de Cáritas en Vilagarcía, pero reconoce que “sí hay mucha necesidad” y que la gente “tiene ganas de cosas a las que no puede acceder”.
Esto sucede porque en la comarca de Arousa “somos privilegiados”. Lo dice porque el carácter solidario de sus vecinos. “Estamos inmersos en la operación kilo y la colaboración que tenemos es enorme”. Además de comida, también reciben lotes de productos de higiene.
“Aquí la gente tiene una calidad excepcional”, porque, además de dar, “nos preguntan qué necesitamos para traerlo”. Para organizar los productos que reciben en las campañas como la que están llevando a cabo en los colegios, “les enviamos unas listas de lo que se recoge cada día de la semana. Nos vale todo, menos atún, porque en Riveira tenemos un benefactor muy grande que nos surte para todo el año”.
Los fines de semana también reciben productos frescos y no son pocos en los que “nos llegan veinte o treinta pollos y los congelamos”. También, gracias, entre otros, a un bar, ofrecen pescado fresco.
Una de las claves para que esta cooperación se mantenga e el tiempo es “ofrecer una información clara del destino de la ayuda” y en este sentido, Francisco Fernández considera fundamental que los niños visiten el centro.
“Vienen grupitos, porque un colegio entero no puede ser, y le enseñamos todo lo que hacemos. Les abrimos las puertas y ven, entre bastidores, lo que hacemos con todos los productos que ellos nos facilitan y que tanto agradecemos”.
Además de la ayuda solidaria que recibe de particulares y colectivos, Cáritas dispone también de fincas en las que planta patatas, repollos y otras hortalizas para el autoconsumo.
Antes solo tenían la de San Cibrán, en Sobradelo, pero ahora utilizan otras fincas cedidas por el Arzobispado para este fin, de forma que emplean los terrenos que tienen en Tremoedo y Cambados para plantar patatas. “Con lo que recogemos nos da para medio año”, dice Francisco Fernández.
Esta producción les facilita la labor de entrega en el paquete de alimentos, que incluye otros productos frescos como brócoli, repollo, acelgas, grelos o cebollas.
Francisco Fernández destaca con orgullo que “contamos con la colaboración de una perito agraria, que nos ayuda y aconseja para que lo hagamos todo lo más ecológico posible”.
Este modo de actuar permite que tanto las personas que utilizan el albergue, como otras que necesitan trabajar, acudan a la finca y desarrollen una labor agraria totalmente respetuosa con el medio ambiente, de modo que “lo que tenemos nosotros son ecohuertas y estamos muy orgullosos de ello”.