Una campaña de paseos y pocas palabras

Bien sea por la apatía que los comicios europeos levantan entra la ciudadanía o porque la crisis también ha hecho mella en el merchandising de los partidos, lo cierto es que la campaña electoral de cara al 25 de mayo se caracteriza por mucha foto y pocas palabras. Los dos grandes partidos visitaron ayer la capital arousana para recabar votos entre la ciudadanía. El Partido Popular optó por la modalidad de las “reuniones sectoriales” y fue la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, la encargada de dirigir un acto con emprendedores de la comarca en la Cámara de Comercio. La responsable política les informó sobre los beneficios que ofrece la legislación actual para aquellos que decidan iniciar un negocio por cuenta propia.
Mientras los conservadores hablaban entre cuatro paredes los socialistas iniciaban a esa misma hora un paseo por el mercadillo de la capital arousana encabezados por el candidato gallego al Parlamento de Bruselas, José Blanco. Pese a haber convocado a los medios minutos antes el socialista no admitió preguntas y se limitó simplemente a pronunciar escuetas palabras (en gallego y en castellano) sobre el auto del juez sobre el accidente del Alvia en Angrois. “Tengo el convencimiento personal de que Adif cumplió con la legalidad y con la normativa de seguridad en el proceso de construcción y de puesta en servicio de la línea”, manifestó. Sin más preguntas ni palabras.
Y es que esta moda de no contestar parece que se ha convertido en el lema de campaña para algunas figuras políticas que ya gozan de veteranía en estas contiendas, pero que han optado por los actos mudos. Eso sí, con fotos.
Esta campaña está siendo quizá en la que más se ha notado la austeridad. Agrupaciones como el BNG han optado por renunciar al tradicional envío de papeletas por correo y echar mano de la ayuda de la militancia y de los simpatizantes para el “buzoneo”.
Además, la pegada de carteles ha perdido fuelle con el paso de los años y la era 2.0 y de las redes sociales ha hecho que los partidos hayan reducido notablemente el número de carteles colocados por las calles, así como las papeletas que se reparten en la calle.