Una celebración en la que hay que mojarse para respirar su esencia

Hay un plan que todos los vilagarcianos conocen para disfrutar al máximo de la, para ellos, mejor fiesta del mundo. Muchos llevan grabado a fuego un manual de instrucciones que contempla tres tips imprescindibles: Disfrutar, mojarse y volver a disfrutar. Todo ello si es en compañía, mucho mejor, aunque los que acuden solos a la celebración es raro que la acaben en solitario.
Todos estos tips los cumplieron ayer las miles de personas que no quisieron perderse una de las celebraciones más emblemáticas de la comarca y que trasciende fronteras a medida que pasan los años. Las peñas, con camisetas de todos los colores y los lemas más ingeniosos, se dejaron ver ya en la tarde del lunes, llenaron el centro y la playa por la noche y por la mañana los que aguantaban el ritmo todavía quisieron mojarse a lo grande. Y es que para entender la esencia de esta fiesta que nació de la espontaneidad hay que respirarla. La mayoría acude con puntualidad británica a las puertas de la iglesia, más por diversión que por fervor religioso. Así lo hicieron ayer, por lo que San Roque no estuvo solo en ningún tramo del recorrido. Estuvo acompañado de los “Pokemons” y de los personajes de la serie “Juego de Tronos”, protagonistas indiscutibles de las camisetas multicolores. También la política, como ocurre cada año, copó muchas de las camisolas en las que tampoco faltaron referencias claras a San Roque y al mítico “Be water, my friend”. Ingeniosos lemas que ponen el toque más profano a la celebración.
La música fue también protagonista de los dos días de celebración “non stop”. Actuaciones improvisadas en A Baldosa y Méndez Núñez aderezadas con disfraces, performance y música de ahora y siempre constituyeron la banda sonora perfecta para una cita imprescindible para los amantes de lo diferente.