Cespa denuncia los riesgos de su plantilla en la limpieza del mercadillo

La empresa Cespa, concesionaria provisional de la limpieza viaria y recogida de la basura, remitió al Concello un escrito en el que denuncian la insuficiente señalización de las zonas a limpiar tras el mercadillo de los martes y sábados, lo que provoca riesgos relacionados con la seguridad vial.

El escrito está firmado tanto por la propia empresa como por los delegados de Prevención de Cespa y Ferrovial, y fue abordado por la Xunta de Goberno Local celebrada el 22 de abril.
Lo que denuncian desde la concesionaria es el riesgo de que los vehículos se salten las señalizaciones, lo que supone todo un peligro para los trabajadores que se encuentran recogiendo las ingentes cantidades de basura que genera el mercadillo.

El ejecutivo que preside el socialista Alberto Varela reconoce la situación y comunica a la empresa, en respuesta a su escrito, que se “procederá a vixiar pola Policía Local, nos días e horarios indicados, a zona descrita para impedir que os vehículos se salten as sinalizacións”. Desde el gobierno municipal también se dio cuenta de este acuerdo al cuerpo municipal, para que incrementen la vigilancia los martes y sábados de tres a cinco de la tarde.

Falta de cumplimiento
Lo cierto es que tras este problema se encuentra también el incumplimiento por parte de los titulares de los puestos del mercadillo de la ordenanza de limpieza, con la que los socialistas pretendían solventar, de una vez por todas, la suciedad y basura que genera el mercadillo, y que provoca que los días en los que se celebra sea prácticamente imposible pasear, comer, o tomar algo por zonas tan céntricas como O Castro o Castelao.

El problema de la limpieza no solo se ciñe al mercadillo, algo que también ha sido denunciado por los vecinos. Y es que este servicio es uno de los que se resiente debido a la lentitud administrativa. El contrato de la basura y recogida viaria lleva décadas adjudicado a Cespa, en prórroga provisional hasta licitación en los últimos tiempos, lo que impide que se pueda realizar una inversión en la compra de una maquinaria que se ha quedado obsoleta.

Es el mismo problema que se produce, por ejemplo, en servicios como el del gimnasio municipal de Fontecarmoa, con maquinaria que se avería cada dos por tres, según denuncian los usuarios.