Cinco furgones de la policía con inhibidores de frecuencia escoltan la salida de los camiones de Cuca

Cinco furgones de la policía con inhibidores de frecuencia escoltan la salida de los camiones de Cuca
las trabajadoras mantenían la vigilancia ayer con caras de decepción salgado

Pasaban pocos minutos de la una de la madrugada cuando cuatro furgones de la Policía Nacional cortaban los accesos a la fábrica de Cuca mientras que otro sorprendía a las trabajadoras tapiando la puerta de la caseta. “Foi todo moi rápido e moi silencioso. Estabamos coa porta aberta e cando nos demos conta xa estabamos cercadas pola Policía coma se fósemos unhas terroristas”, aseguraba ayer una de las operarias a la que le tocó el turno de noche.

Intentaron alertar a sus compañeras y vecinos para pedir ayuda a través de los teléfonos móviles, pero los inhibidores de frecuencia se lo impidieron. “Sentímonos impotentes porque foi un asalto en  toda regla. Non nos merecemos ese trato. O único que estamos a facer é defender o noso posto de traballo”, advirtieron. Uno de los compañeros que también hacía guardia intentó salir, pero uno de los agentes se lo impidió.

Y casi en un abrir y cerrar de ojos, los camiones que desde el viernes permanecían en el interior cargados con la maquinaria, apenas en cuatro minutos, tomaban rumbo a O Grove. “O que vivín esta noite lembroume a tempos pasados que por desgracia me tocaron vivir. A que vén tanto despliegue policial con cinco obreiras da conserva?”, advertía una de las operarias de la guardia nocturna. Ni siquiera el único vecino que, alertado por los perros intentó salir a ver qué pasaba, pudo hacerlo. “O fillo dunha compañeira saiu á porta ao escoitar aos cans ladrar e xa rapidamente un policía lle dixo que se metera para dentro”, aseguraron unas trabajadoras.

La impotencia y la rabia era ayer visible entre las operarias que durante más de tres meses velaron la entrada y salida de vehículos de la fábrica impidiendo que antes de que hubiese una sentencia judicial firme la maquinaria saliese de Vilaxoán. “Síntome, persoalmente, decepcionada por non poder responder ao pobo de Vilaxoán conseguindo que a fábrica e os postos de traballo que poden ser no futuro dos nosos fillos se queden aquí”, comentaba emocionada otra trabajadora. La madrugada de ayer será, sin duda, difícil de olvidar para  las cinco operarias de esta guardia.

Cinco furgones de la policía con inhibidores de frecuencia escoltan la salida de los camiones de Cuca

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