O Piñeiro apostó este año por añadir un atractivo a sus fiestas: una concentración de vehículos clásicos. Y fue todo un éxito. Motos como las vespas triunfaron entre los asistentes y uno de ellos incluso podrá llevarse una en el sorteo programado para las 20 horas.
También elegantes coches embellecen todavía más el entorno de A Carballeira. Una churrascada para compartir entre amigos y visitantes, buena música y muchas ganas de fiesta y de repetir para el próximo año.