Cobre San Rafael inicia la restauración integral de las aguas de la antigua mina

Cobre San Rafael -la firma que promueve la reactivación de la Mina de Touro- anuncia el inicio de las actuaciones de restauración integral y definitiva de las aguas de la antigua explotación. Para ello hará una inversión de 1,9 millones de euros y responde -apuntan- a una demanda social para solventar los pasivos ambientales heredados de la vieja mina. Esta cesó su actividad hace 35 años conforme a los estándares de la época, que no tenían el nivel de exigencia actual.

Según señalan desde la empresa el proyecto de restauración ya se está ejecutando y entrará en funcionamiento -en una primera fase- en tres meses. Los trabajos incluyen importantes obras de canalización y la construcción y operación de dos plantas de tratamiento de aguas. Estos estarán finalizados al completo en seis meses. De esta forma la firma da por satisfecha la respuesta a un intenso proceso de diálogo con las partes interesadas que demandaban la mejora de la calidad de las aguas de los riachuelos próximos a la explotación. Es, además, una iniciativa previa y desvinculada del desarrollo de un nuevo proyecto de aprovechamiento de los recursos metálicos que están todavía presentes en el subsuelo.

Entre otras cosas el proyecto incluye la construcción de un gran canal de drenaje que va a evitar que las aguas de la lluvia penetren en el antiguo depósito de estériles. La empresa está ya acometiendo las obras de recogida y canalización de aguas que puedan entrar en contacto con minerales, que serán enviadas hasta las dos nuevas plantas de tratamiento. Estas instalaciones van a procesar las aguas hasta alcanzar las condiciones idóneas para su descarga en los cursos naturales. El proyecto aborda también la gestión de las aguas acumuladas en el histórico hueco minero de Vieiro, que serán bombeadas a una de las plantas de tratamiento para optimizar su calidad antes de ser devueltas al cauce público.

Cobre San Rafael sostiene que este proyecto forma parte de su compromiso real con su entorno social y natural e indican que es una apuesta por la industria sostenible que supone la restauración ambiental definitiva de las aguas del entorno de la histórica mina de Touro antes del comienzo de cualquier otra actividad. Defienden que su propuesta es una operación minera moderna para volver a producir cobre en la histórica ubicación durante los próximos 15 años.

Con ello tienen previsto invertir unos 200 millones de euros y generar más de 400 empleos directos.