Los comuneros renuncian a poner cámaras por las exigencias legales

Los comuneros renuncian a poner cámaras por las exigencias legales
La basura en los montes es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los comuneros de Vilagarcía cada año, pero renuncian a actuar ante la falta de ayudas | d.a.

La Mancomunidad de Montes de Vilagarcía renuncia a poner cámaras en sus terrenos ante los requisitos que exige la legislación vigente. Para empezar, es necesario contratar a una empresa especializada y, además, la descarga de las imágenes las tiene que realizar personal de seguridad.
Es más, el organismo que preside Xurxo Abuín también rechaza realizar ninguna actuación en este sentido que vaya más allá de limpiar sus propios terrenos en la medida de los posible, ya que la falta de respuesta de la administración ha echado por la borda todo el trabajo previo realizado.
Los comuneros elaboraron un mapa de vertidos y pidieron la ayuda de la Xunta para erradicarlos, pero nunca recibieron respuesta a sus solicitudes. Tampoco el Concello de Vilagarcía aportó apoyo para erradicar la suciedad del monte, aunque sí hay una línea de ayudas municipales para rareos, desbroces y actuaciones antiincendios.
A esta convocatoria se acogió la Mancomunidade de Montes de Vilagarcía, que ya firmó el contrato con la empresa Revenor. Ahora prevén que los trabajos empiecen antes del día 15 y estén listos para diciembre.
Temor a los incendios
La mayor parte de las ayudas se destinarán a trabajos básicamente de limpieza. Aún así, Abuín apunta a que “por moito que estea limpo o monte non se pode facer nada cos pirómanos”. Y es que el presidente de la Mancomunidad advierte de que la temporada de riesgo todavía no finalizó y que, precisamente, el año pasado los fuegos se registraron durante el mes de octubre.
Llama la atención que en las últimas semanas se están registrando numerosos incendios de madrugada, en distintas zonas del municipio. “Plantan de noite, cando pensan que non hai ninguén vixiando”, apunta Abuín, en alerta cada vez que huele algo de humo. “Ata que non acabe outubro eu non estou tranquilo”, sentencia a la espera de que la lluvia que predicen para los próximos días aplaque a los incendiarios.
Ayer mismo se registró un nuevo incendio en O Sixto. Ardieron cinco mil metros cuadrados de eucaliptal. Durante las labores de extinción, Protección Civil tuvo que cortar el tráfico. En el operativo colaboraron la agrupación de Vilagarcía y la de Vilanova, así como las brigadas forestales de la Xunta. El fuego obligó a emplear unos 50.000 litros de agua. Es el tercero de estas características que se produce en pocos días. l

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