El Concello asegura que la rebaja del IBI favorecerá un ahorro por recibo de entre 80 y 180 euros

El gobierno local de Vilagarcía asegura que gracias a las rebajas del impuesto del IBI (conocido como “catastro” o “urbana” de forma popular) el ahorro medio por recibo es de entre 80 y 180 euros. Dicen desde el ejecutivo de Alberto Varela que “a redución anual progresiva aplicada consegue amortiguar o forte impacto do catastrazo aprobado polo anterior executivo do PP”.
Para llegar a estas cifras el Concello elaboró un estudio cogiendo como referencia varias propiedades urbanas de diferentes características y emplazamientos de modo aleatorio. Este análisis que ahora Ravella hace público determina que si un piso de 108 metros cuadrados situado en Alejandro Cerecedo pagó en 2015 (con el coeficiente del 0,60) 184,66 euros, de mantenerse ese mismo tipo impositivo en 2019 tendría que abonar 233.91. Sin embargo, dice el gobierno socialista, esa cantidad se rebaja a 198,82 euros al haberse aprobado el tipo impositivo al 0,51 con los votos a favor de PSOE, BNG, Somos , EU y el no adscrito. Señalan desde Ravella que “o resultado para o propietario desta vivenda é un aforro de 35,09 euros nun só ano, cifra que se eleva ata os 84,95 euros facendo o sumatorio das sucesivas rebaixas aprobadas polo executivo socialista nestes catro anos”.
El análisis del pago de recibos también se realizó con uno más elevado. El ejemplo que pone Ravella es una casa en Vilaxoán de 216 metros cuadrados que en 2015 pagó 406,51 euros y que pagaría 481,60 si el tipo impositivo siguiese en 2019 a 0,60. Eso sí, la cantidad que tendrá que pagar con un 0,51 (409,35 euros) sigue siendo superior a la de 2015 por el efecto de la revisión catastral.
Cálculo del impuesto
El Imposto de Bens Inmobles se obtiene por la multiplicación de dos factores: el valor catastral y el coeficiente impositivo. El valor catastral lo fija la Dirección Xeral do Catastro, mientras que el coeficiente lo fijan los concellos dentro de unos límites legalmente establecidos.
El recibo se encareció de forma notable a partir del año 2013, tanto por el tipo impositivo aprobado por el PP de Tomás Fole a un 0,60 como porque en ese momento se promovió una revisión catastral de las viviendas urbanas bajo un índice más propio de antes de la crisis que de un momento en el que la construcción y venta de viviendas estaba en sus bajos más históricos. Explican desde el Concello que esa decisión conllevó que “o valor catastral sube cada ano dende o 2014 e seguirá facéndoo ata o ano 2023, incluído”. Es por ello que el recibo de la urbana que deben abonar los vecinos también irá en aumento hasta la fecha señalada por el antedicho “catastrazo”. l