El concierto de Julio Iglesias revive con polémica en el debate del presupuesto

El concierto de Julio Iglesias revive con polémica en el debate del presupuesto
Diario de Arousa-2018-05-11-010-4bf200e9

El Pleno de anoche abordó en Cambados en sesión extraordinaria y en único punto la aprobación de los presupuestos de 2018, que ascienden a 9,4 millones de euros y que, como siempre, no estuvo exenta de polémica. 
El debate fue un compendio de cruces de acusaciones de los ya clásicos de la política local: La gestión de la piscina por el PP y por el cuatripartito, la financiación a Esperanza Salnés, el IBI, la RPT, las extras al personal y, como no, el Albariño, fueron usados como arma arrojadiza a uno y otro lado de la mesa, rescatándose incluso el famoso concierto de Julio Iglesias en las fiestas de 2012. 
El PP de Luis Aragunde lo exhibió como logro de gestión, criticado luego por el edil de Cultura. Víctor Caamaño sostuvo que su departamento se aleja de este tipo de actuaciones y se centra en “dignificar a festa”. Lo ejemplificó de la forma más gráfica posible: “Cambados aspira a ser festa de interese turístico internacional e ata hai nada a xente mexaba contra os muros”. “Niso”, en la colocación de los también ya famosos baños modulares introducidos recientemente, ilustró la otra forma de hacer progresar la fiesta.

“Xestión”
Aragunde contraatacó: “Vouche dicir unha cousa: A min tampouco me gusta Julio Iglesias, pero a súa páxina visítana nove millóns de persoas. Nove. E o nome de Cambados estaba nesa páxina”. “Vos non sodes capaces de facer ese tipo de xestión”, arremetió. 
Contestó el concejal de Economía, Xurxo Charlín, atacando ese argumento popular sobre la capacidad negociadora y política: “Do concerto de Julio Iglesias aínda hai gastos sen pagar, eh?, que aínda hai quen veu petar na porta a ver se podía cobrar”. 
Uno de los momentos más tensos se vivió al sugerir el portavoz popular que la Alcaldía podría haber presionado a un funcionario para emitir informe, en el consabido asunto del concurso policial. La alcaldesa, Fátima Abal, censuró a Aragunde por “hablar sen fundamento” y lo retó a concretar la acusación. El popular dijo primero no tener miedo a tener que “declarar todos no xulgado”, aunque tras la insistencia de la regidora en que aclarase el enunciado, abandonó la tesis: “Sería un soño”. 
La votación no deparó sorpresas, con el apoyo de los cuatro grupos en el gobierno y el voto en contra del PP.

El concierto de Julio Iglesias revive con polémica en el debate del presupuesto

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