La actual Conde-Vallellano, futura Clara Campoamor, ya vislumbra su nueva imagen, con pasos claves en el final de una obra muy esperada y que podría adelantarse. Ayer mismo se abrían los laterales de la vía, al acabar las tareas de hormigonado. Ya solo queda vallada la parte central.
Ahora, la actuación que promueve la Concellería de Urbanismo, que dirige la socialista Paola María, encara una nueva fase. Tanto establecimientos como viviendas verán mejorar el acceso, además de que los peatones ya podrán transitar libremente. A mayores, los operarios comenzarán estos días a colocar el enlosado final, de hormigón prefabricado, en la zona más próxima a la Praza de Galicia.
Hace un par de semanas realizaron el hormigonado en el lado en el que se sitúa la sucursal bancara. Esta semana, se hizo lo propio hacia la otra orilla y, en concreto, se actuó hasta el cruce con A Baldosa. Durante la mañana de ayer, los operarios finalizaron definitivamente, haciendo el tramo que resta hasta la Avenida da Mariña. La zona de obra quedará limitada a la franja central de la calle, donde comenzarán a actuar la próxima semana.
Los operarios tienen que hacer las conexiones de los puntos de luz y otros servicios soterrados, como el de agua. En este sentido, desde Ravella aclaran que aunque se esté actuando allí, los peatones podrán cruzar de uno a otro lado en todo momento. Una vez listo, se colocará el enlosado.
El proyecto inicial contempla que las obras finalicen en septiembre, pero desde la empresa adjudicataria, Marconsa, están haciendo todo lo posible para adelantar el plazo, según inciden desde el Concello. El gobierno local pide disculpas por las molestias, pero señala que se la humanización “é necesaria e beneficiosa para todos”.