Los condenados por enviarse cocaína escondida en quesos se libran de prisión por no tener antecedentes

Los condenados por enviarse cocaína escondida en quesos se libran de prisión por no tener antecedentes
Fachada de la Audiencia de Pontevedra, donde se llevó a cabo el juicio | gonzalo salgado

Un isleño y un hombre natural de Jaén fueron condenados a tres años de prisión por esconder cocaína en quesos y enviársela a través de un servicio de mensajería. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Pontevedra suspendió la ejecución de la pena de cárcel al carecer ambos de antecedentes penales.


Fue una investigación del Grupo de Tráfico Medio de Estupefacientes de la Comisaría de Pontevedra la que inició la investigación que acabó con las detenciones. Fue a finales del año 2017 cuando detectaron la actividad que el isleño, nacido en 1981, realizaba junto al andaluz.


Según consta como probado en la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra, y tal y como reconocieron los propios acusados, el arousano se dedicaba a la comercialización de distintas partidas de cocaína, para cuya distribución en el mercado ilícito la disimulaba en paquetes postales de mercancía con dirección a Benasque, en Huesca, donde vivía el otro de los acusados. Así, el 21 de diciembre de 2017 el isleño se personó en una oficina de mensajería de Vilagarcía, haciendo entrega de una caja cuyo contenido definió como “alimenticio”. Solicitó, como en anteriores ocasiones, que fuese remitido mediante el servicio “Urgente 14” al vecino de Benasque.


En el interior de una bolsa

Los agentes, que llevaban un tiempo siguiéndole la pista, pudieron comprobar que el paquete contenía una centolla y tres quesos, estando cada uno de ellos en el interior de una bolsa plástica cerrada herméticamente mediante calor, de las que se utilizan para embolsar al vacío alimentos, aunque ninguno de los productos estaba realmente envasado al vacío.


Cada uno de los quesos, por la parte inferior, había sido vaciado parcialmente de su contenido, introduciéndose en cada uno de ellos un paquete envuelto en film plástico de color marrón.


Lo que realmente contenía el paquete enviado a Huesca era un total de 200,75 gramos de cocaína, con una pureza de 53,56 por ciento, y un valor en el mercado ilícito al que estaba destinada de 14.775,5 euros. El Juzgado de Instrucción número 2 de Vilagarcía autorizó la entrega del paquete en Benasque, con el fin de interceptar a su receptor que se personó en la oficina de mensajería, siendo detenido a la salida. En el registro de la casa y el coche del isleño se intervinieron 1.200 euros en metálico.

Los condenados por enviarse cocaína escondida en quesos se libran de prisión por no tener antecedentes

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