Condenan a Lito a 12 años de cárcel y multa de 42 millones por fraude fiscal

La Audiencia Provincial de Pontevedra condena al empresario Ángel Martínez Pérez “Lito”, conocido como “el rey de las orquestas”, a doce años de prisión y al pago de una multa de 47 millones de euros por un delito de fraude fiscal contra la Hacienda pública. Los hechos por los que se condena al empresario caldense son los registrados entre el año 2011 y 2012 al no haber tributado correctamente el Impuesto de Sociedades, el IRPF y el IVA. Contra el fallo todavía cabe recurso.
La justicia considera responsable al empresario como persona física y a su empresa, Representaciones Lito S.L. como persona jurídica, de dos delitos contra la Hacienda pública por defraudación del Impuesto de Sociedades, dos por defraudación del IVA y dos por defraudación del IRPF, según la sentencia hecha pública por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Por estos seis delitos se le impone una multa de 17.945.000 euros contra él; otra sanción de 19.190.000 euros a su empresa y al mismo tiempo le obligan a indemnizar a la Agencia Tributaria con 9.590.811. Dinero este no ingresado en su día.
Falsa contabilidad
La sentencia considera probado “sin ninguna duda” que la contabilidad de Representaciones Lito S.L. (durante esos años representante de orquestas como la Panorama, París de Noia y Filadelfia) “no reflejaba la imagen fiel y exacta” de la empresa. De hecho según la sentencia “cerca del 90 % de su volumen de negocio no se facturaba ni se contabilizaba en los libros oficiales”. Por lo tanto tampoco era declarado a Hacienda, dando lugar a importantes beneficios para la sociedad.
     La inspección fiscal realizada a las cuentas de Lito a la que la Audiencia da “total credibilidad” revela que en el año 2011 la empresa ingreso más de 26 millones de euros, frente a los poco más de 2 millones declarados. En 2012 sus ingresos fueron de casi 24 millones de euros frente a los 1,9 que recoge su contabilidad. Dicha contabilidad tampoco recogía conceptos como los gastos por los servicios de las orquestas ni los de los representantes. l