La costa vilagarciana destapa más de 300 kilos de residuos sólidos y basura

Restos de embarcaciones putrefactas, latas, botellas e incluso partes de electrodomésticos y material electrónico. Este es el botín que el verano vilagarciano, de la mano de las diferentes patrullas medioambientales, destapó en las últimas semanas en la costa de la localidad. Más de 300 kilos de residuos es lo que se lleva contabilizado en apenas unas semanas y todavía queda mucho trabajo por hacer. El principal punto de actuación de las brigadas de limpieza coordinadas bajo alguna entidad (como la Fundación Ecomar o la propia Xunta de Galicia) es la isla de Cortegada en donde Parques Nacionales juega un papel fundamental. Este paraíso carrilexo recibió hace unos días la visita de una treintena de niños de la Fundación Ecomar que se pasaron toda una jornada limpiando el entorno del islote y recogiendo basura en su interior. La mayor parte de los residuos encontrados se derivan de la presencia humana de ahí que desde Parques Nacionales se destaque la importancia de, desde muy pequeños, concienciar de la importancia de mantener limpio el entorno.
Desde la Fundación Ecomar aportan un toque solidario a la recogida de basuras en las playas. De hecho los 206 kilos de residuos que consiguieron extraerse de Cortegada y también de Carril se convertirán en productos alimenticios que irán a parar a un Banco de Alimentos.
Desde la Dirección Xeral de Xuventude de la Xunta de Galicia también se promueven brigadas medioambientales que, como ocurrió hace unas semanas, también recalan en la capital arousana. Kilos de basura también se desprenden de los operativos que los jóvenes que llegan a través de estas actividades capitanearon en Vilagarcía. Lo cierto es que desde las diferentes administraciones, incluida la local, se apela a la concienciación ciudadana para mantener limpios los arenales y los parques más próximos a la costa. Diariamente en las playas de A Concha-Compostela, así como en las de Vilaxoán y Bamio, se recogen decenas de kilos de basura que los bañistas dejan en la arena y que contribuyen a empeorar la salud ambiental de la costa. Pese a existir contenedores y papeleras en todos estos enclaves, e incluso incrementarse su número en fechas muy señaladas como la Festa da Auga o San Roque, la tendencia es no utilizarlos y dejar las bolsas y las botellas esparcidas por la playa. Una práctica que desde la Concellería de Medio Ambiente quieren paliar a toda costa.
Los operativos de limpieza, a modo de brigadas sobre todo de gente joven, seguirán llegando a lo largo de todo el verano a Vilagarcía para limpiar las costas delos residuos que generan los humanos.