“Creo que colaboré para dejar un mundo mejor a mis hijos”

“Creo que colaboré para dejar un mundo mejor a mis hijos”
Diario de Arousa-2019-05-02-005-74073ba3

Prefiere la retaguardia, pero fue número uno. Juan Antonio Pérez Callón se puso al servicio del Partido Socialista en cuanto lo descubrió. Fue a través de Celso Callón, su primo y amigo, que lo “captó”. Pasaron cuarenta y tres años desde entonces. “Me enteré de todas las ejecutivas en las que había estado por el libro que acaban de publicar sobre la agrupación”, confesaba Pérez Callón horas antes de recibir el homenaje de sus compañeros.

Su primer contacto con la política fue siendo estudiante, en el movido Madrid del 68. El primer carnet del PSOE se lo entregaron en una fecha cargada de simbolismo: El 14 de abril de 1977. Juan Antonio Pérez Callón ya estaba casado y tenía dos niños pequeños. Diez años después dio un paso más allá, al encabezar la candidatura socialista a las elecciones municipales.

Un entonces desconocido Javier Gago era su número dos. “Creo que teníamos un equipazo”, asegura. Pero no lograron el apoyo del electorado, que dio la mayoría absoluta a la Alianza Popular de Rivera Mallo.

A Pérez Callón, un hombre tímido al que le cuesta hablar en público, no le duelen prendas en reconocer que prefiere ser el número dos que el uno. Por ello cuando en las siguientes elecciones se volvieron las tornas, asumiendo Gago el 1 y él el 2,  no se sorprendió de unos resultados que devolvieron a los socialistas a la Alcaldía, iniciándose lo que denomina como “era Gago”.

Una gran amistad 
Su regreso a la política en activo se produjo en un momento inesperado, cuando acababa de jubilarse. “Alberto me llamó”, asegura en referencia al alcalde, “y me dijo que quería que fuera en la lista. Le dije que me pusiera donde quisiera, en el diez o en el veinte”. Pero Varela tenía otros planes.

“Yo no puedo decirle que no a Alberto. Es prácticamente como un hijo para mí”, asegura con los recuerdos puestos en aquella época en la que su mujer y la madre del alcalde regentaban un parvulario. “Mi hijo mayor y Alberto eran como el Quijote y Sancho Panza”, comenta.

Callón habla mucho de sus hijos y de su familia porque son uno de los motivos por los que comenzó su actividad política. "Creo que he contribuido a dejarles un país mejor", señala.

Y es que pese a ciertas circunstancias difíciles, Callón está orgulloso de que "nuestro país sea conocido como uno de los más tolerantes del mundo, con un nivel de vida de los mejores. Yo viví en la época del hambre". Ahora toca retirada, disfrutar, por fin, de la jubilación y de sus nietos. Ya tiene pensado a qué dedicarse. “Veré obras, como todos los jubilados”, bromea.

“Creo que colaboré para dejar un mundo mejor a mis hijos”

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