Crónica | José Ramón Prado Bugallo, la sombra de Sito

Crónica | José Ramón Prado Bugallo, la sombra de Sito
Sito Miñanco en la sala donde se celebró el primer día de juicio | g. salgado

José Ramón Prado Bugallo llegó a las 9:30 horas de la mañana a la Audiencia de Pontevedra. Bajó del coche policial sin prisa, esposado y con una botella de agua entre las manos, pero ya no era Sito Miñanco. Su demacrado rostro y el gesto de importarle ya bien poco que le tomaran fotos lo alejó de aquella leyenda del capo gallego resultón y confiado que se forjó en torno a su mote familiar. De aquello parece quedar únicamente su eterna media melena –acabada en caracoles– y el bigote (aunque marcados por las canas de sus 62 años de edad, más de 20 entre rejas). No hubo ni un intento por taparse la cara, ni apuros, se dejó llevar por los funcionarios e incluso miró directamente a los fotógrafos de la multitud de medios que acudieron a cubrir la primera sesión del juicio.

“Estado de salud delicado”
“Su estado de salud es delicado, es una persona hipertensa, diabética, tuvo un ictus hace dos años y no está teniendo la atención debida”, se quejaba su abogado, Gonzalo Boye, en un receso. De hecho, el cambadés se encuentra en huelga de hambre en protesta por el presunto “trato vejatorio” recibido en la prisión de A Lama a donde llegó desde Alcalá Meco no sin antes pasar por hasta seis penales (Burgos, Bilbao, Cantabria, Asturias y Teixeiro), según el letrado, que desconoce cuándo le pondrá fin. De hecho, le preocupa su cliente y al cambadés, le “preocupa” como fue el primer día de juicio al que también asistió su hija pequeña, afincada en Madrid.
Su defensa insiste en que dejó de administrar la inmobiliaria San Saturnino en 1991 y, para entonces, la relación con su mujer estaba rota. Es más, considera que la tesis del fiscal “está asentada en un machismo brutal” porque “la exmujer de Sito Miñanco tiene que ser, además, la que le blanquea dinero, o sea, es absurdo porque ella no puede tener actividad empresarial propia. El fiscal debería aclararse en que siglo vive”, agregó Boye.
Tanto Prado Bugallo como los otros cuatro acusados negaron las acusaciones de blanqueo de capitales y mañana podrán prestar declaración para sustentar sus palabras “Jamás admitiremos la culpabilidad de mi defendido”.

Falsas creencias
El cambadés suma cuatro detenciones. La primera fue por contrabando de tabaco y eran tiempos en que incluso se le consideraba un respetable empresario. Luego llegó la leyenda alimentada, en ocasiones, por hechos falsos, incluyendo que fue nombrado Hijo Predilecto de Cambados, su villa natal. Famosas son aquellas imágenes intentando taparse la cara con una bufanda, ayer no hubo ni un intentos, ni prisas... Prado Bugallo parecía una sombra de lo que fue.

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