Cruzar al Tanatorio, una odisea peligrosa

Cruzar al Tanatorio, una odisea peligrosa
El Tanatorio de O Vento, en Cea, carece de un paso que lo conecte con el aparcamiento g. salgado

La de O Vento, en Cea, es una de las carreteras más peligrosas de Vilagarcía. Es una de las zonas en las que se instala con cierta periodicidad el radar de la Dirección General de Tráfico durante las campañas de control de velocidad.
El organismo estatal no la elige al azar, sino en base a las velocidades que se registran en este vial dependiente de la Xunta de Galicia.
Por eso la falta de seguridad vial que se registra en este enclave no deja de ser un desafío a todas las leyes de la lógica y del sentido común.
Y también un peligro para los residentes en la zona. Aunque no solo para los vecinos de Cea. El Tanatorio de O Vento, con una importante actividad, carece de cualquier tipo cruce seguro para los peatones.
Despedir a un ser querido se convierte en una odisea peligrosa. Los que se desplazan al lugar en coche, como hacen la mayor parte de los que van al Tanatorio de Cea, se encuentran con un aparcamiento bastante amplio frente al propio edificio.
Sin embargo, no hay ningún paso de peatones, por lo que los usuarios se ven obligados a esperar a que no pasen vehículos y cruzar desafiando todas las leyes de tráfico y del sentido común.
Una odisea muy arriesgada sobre todo teniendo en cuenta que al menos una buena parte de las personas que acuden al Tanatorio son de elevada edad y muchas con problemas de movilidad.
Sin embargo, y pese a todos estos peligros para la seguridad vial, desde la administración autonómica no se tomaron en ningún momentos medidas encaminadas a reducir los riesgos para los peatones. Como pintar un simple paso de peatones que conecte el aparcamiento con el Tanatorio. Una demanda que tampoco se elevó desde el Concello, tal y como confirman desde la administración local, al menos en los últimos años.

Sin reponer tras las obras
Las deficiencias en la señalización vial tras la ejecución de diversas obras son otro de los peligros con los que no es poco frecuente encontrarse por el municipio. En pleno centro de Vilagarcía, en Praza España, uno de los pasos de peatones con los que contaba tradicionalmente la zona quedó sin pintar tras las obras de reforma que se llevaron a cabo en el jardín. Un peligro teniendo en cuenta que se trata de una zona muy transitada y que conecta varias calles del casco urbano.
En la calle Moreira Casal pasa otro tanto de lo mismo. Las obras de saneamiento que llevó a cabo la empresa Espina y Delfín para poner fin a los numerosos problemas que se producían en la red se llevaron por delante uno de los pasos de peatones, que quedó a medio pintar.
Una situación que no pasa desapercibida para los vecinos, que reclaman al Concello que tenga en cuenta la seguridad vial y proceda a pintar el paso de cebra. Una demanda similar a la que hicieron hace unos días los residentes en San José, que llevan seis años a la espera de que les arreglen un bache.

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