CAMBADOS - Los destilados de uva ya estaban de moda en la comarca de O Salnés del siglo XVII

Las II Xornadas de Aguardientes e Licores Tradicionais de Galicia arrancaron ayer con la presentación del primer estudio histórico sobre el origen de la elaboración de este tipo de bebidas en Galicia que pasaron de ser “aguas” medicinales a compartir mesa con el vino. Se trata de un libro elaborado por las doctoras en Historia Mercedes Vázquez y Pilar Rodríguez, de la firma de investigación Dehistoria, y que durante casi cuatro años bucearon en todo tipo de documentos para encontrar los orígenes y la evolución de este sector en Galicia, algo nunca hecho antes.

Para empezar, según Vázquez, en “Aguardentes e Licores de Galicia. Notas Históricas” han podido establecer el siglo XVI como punto de partida en el consumo de los aguardientes y sus derivados. Esto sucedía en Santiago de Compostela donde también estaba el Hospital Real que es donde “aparecen las primeras menciones, aunque seguramente se hiciera en otros hospitales. Y es que inicialmente se consumían no como ahora, sino con fines medicinales. Tenía una sala de destilado, gente experta y le llamaban aguas. Además, había muchas variedades porque no solo los elaboraban con el bagazo de la uva, también había de canela.. Y en la documentación también se habla ya de las destilaciones ilegales”, añadió la investigadora. De hecho, a este respecto hizo mención a la creencia aún viva de que los licores y aguardientes ayudan en determinadas dolencias físicas y así lo ve la población.

Tanto ella como su compañera consideran que la destilación casera se empezó a popularizar hacia el siglo XVIII, es decir, pasan a hacerlo los particulares. Recuerda que se trata de un proceso “muy complicado” y que además requiere de una infraestructura. Por este motivo, consideran que se empezaría en grandes casas que recogían grandes cantidades de uva, como los pazos o los monasterios, pero “en zonas de pequeños cosecheros, como la Ribeira Sacra, la cantidad de bagazo era mínima comparativamente y no suficiente para tener todo el equipamiento, aunque sí tenemos constancia de poteiros profesionales, lo que nos lleva a pensar que estos iban casa por casa haciéndolo, como ha habido hasta no hace muchos años”.

Lo que está claro es que allá donde había uva había destilados, y esta cuestión, junto a otros factores socioeconómicos, alimentarios, de modas, etc. Les han llevado a configurar la historia del sector en Galicia en este libro. Además, teniendo en cuenta ese tema, Vázquez indicaba ayer que O Salnés también debía de ser una zona muy productiva, como también lo es hoy. De hecho, la gran parte de los destilados con IGP de Galicia proceden de esta comarca.

La historiadora puede decir que ya en el siglo XVII y lo sabe porque “encontramos un documento de un señor de O Salnés procesado por delitos económicos y uno era porque había gastado dinero indebidamente para comprar una alquitara y luego vendía licores bajo cuerda”.

Hoy en día estas prácticas aún quedan y son contra las que lucha el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas de Aguardientes y Licores porque, como decía Vázquez, “es un sector productivo con mucha historia”, pero eso no quita la necesidad de unas garantías de calidad para afrontar los mercados actuales, como añadía después. De ahí la celebración de las jornadas de este fin de semana en Cambados que continúan hoy con diferentes actividades.

A la inauguración de ayer acudieron el presidente del Consejo, José Antonio Feijoo, el alcalde, Luis Aragunde, y el secretario xeral de Medio Rural, Tomás Fernández.