Encierro de IU, abandono del BNG y bronca del PSOE por la supresión de mociones tipo

Tensión, crispación, acusaciones cruzadas y enfrentamientos dialécticos por doquier. Estos fueron los ingredientes de una sesión plenaria que ya se prometía caliente antes de empezar. El alcalde, Tomás Fole, había anunciado hace tan solo unos días su intención de suprimir del debate las mociones “tipo” y la oposición llegó a Ravella con la artillería preparada. Antes de iniciarse el orden del día la nacionalista María Villaronga pidió turno de intervención para replicarle al regidor que “o BNG non vén aquí a debater o sexo dos anxos, senón para expoñer cuestións que lle afectan aos veciños”. Por ello exigió al alcalde que diese una explicación sobre los motivos de una decisión que todos los grupos tildaron de “antidemocrática”. Fole escuchó sin hablar las intervenciones de la socialista Tania García que lo acusó de tomar la decisión “para evitar tratar e posicionarse no tema do aborto”. El izquierdista Juan Fajardo se mostró también muy crítico y, apelando a una frase pronunciada en su día por el independiente Cholo Dorgambide subrayó que “vostede non mete estes asuntos na orde do día porque non lle sae dos puntos suspensivos”. Lejos de tranquilizarse el ambiente con el paso de los minutos lo que ocurrió es que la sesión se caldeó aún más. El alcalde tuvo que escuchar acusaciones directas de “fascista” (por parte de BNG e IU) y también de ser el artífice del “deterioro das formas democráticas” y de “coartar os dereitos aos partidos da oposición”.
Las “explicaciones coherentes” que exigía la oposición no llegaron de forma clara. El alcalde se defendió como pudo y ratificó que las mociones tipo se eliminaban “no por sectarismo” sino para mejorar “la organización y el trabajo de la Corporación”.
Sus explicaciones no aplacaron los ánimos, sino que la tensión fue en aumento sobre todo en el banquillo del BNG. María Villaronga se enzarzó con el alcalde adviertiéndole de que “este Concello non é a casa do Partido Popular” y acusándole de que “vostede é un auténtico vago” o de pertenecer al “sector máis rancio do Partido Popular”.
Sesenta minutos después del inicio del Pleno y sin que no se hubiese debatido ni un solo punto de los fijados en el orden del día y cuando la tensión alcanzaba ya sus cuotas más altas el BNG optó por abandonar el hemiciclo por decisión propia y no sin encararse con el alcalde acusándolo de “vetar” sus opiniones.
Sin embargo la marcha del BNG no limó por completo la crispación. PSOE e IU todavía continuaron con sus exigencias durante varios minutos más y reclamaron al alcalde que reconsiderase su postura incluso antes de ruegos y preguntas. Sin éxito. Fole se mostró firme y se refrendó en su postura hasta el final e incluso rechazó una moción de urgencia sobre el aborto. Al terminar el Pleno los ediles de IU se quedaron dentro del salón. Su encierro terminará, en principio, hoy a las cinco de la tarde.