EU expulsa a Ramón Bueno y a Miguel Alves por desafiar las normas del partido

EU expulsa a Ramón Bueno y a Miguel Alves por desafiar las normas del partido
Ramón Bueno y Miguel Alves (en el centro de la imagen) son expulsados de Esquerda Unida | gonzalo salgado

La Comisión Instructora nombrada expresamente para tratar la crisis interna de Esquerda Unida en Vilagarcía ordenó y ratificó ayer la expulsión oficial de Ramón Bueno y Miguel Alves como militantes de la formación. La decisión de la Comisión es firme y se avala en los constantes “desafíos” del edil izquierdista, Miguel Alves, pleno tras pleno votando al margen del resto de su grupo y con ataques públicos y constantes a su portavoz oficial, Jesús López. Desde un primer momento el ex responsable comarcal, Ramón Bueno, se alineó con Alves e incluso compareció en rueda de prensa con este y con otros afiliados para cerrar filas en torno a su actitud. Unas formas que, en todo caso, fueron censuradas por el Consello Nacional del partido izquierdista que ha decidido actuar no solo contra el concejal, sino también contra Bueno.

Las medidas disciplinarias se iniciaron con la apertura de un expediente a cada uno de ellos y, ayer mismo por la mañana, se resolvían con el resultado de expulsión fulminante.

Quince días
La organización tiene ahora un plazo de 15 días para comunicar la expulsión a los dos vilagarcianos. Ellos podrán recurrir ante la Comisión de Garantías, pero desde el Consello Nacional de Esquerda Unida dan por concluido el proceso. Tanto Miguel Alves como Ramón Bueno pierden, así pues, todo lo que conlleva la condición de militante de EU.

Las medidas afectan sobre todo al primero, dado que es concejal en la Corporación de Vilagarcía. De hecho el Consello Nacional de Esquerda Unida no solo comunicará la condición de expulsado al propio Alves, sino también al Concello de Vilagarcía y a su gobierno. Y es que entienden que al no pertenecer ya a EU deben tomarse medidas desde Ravella para que Alves pase a formar parte del hemiciclo municipal como “concejal no adscrito”. Por lo tanto, y entre otras cuestiones que figuran en la legislación que regula las administraciones locales, solo percibirá las dietas por asistencia a plenos y no estará como representante en ninguno de los órganos o comisiones municipales.

Largo proceso
La grave crisis interna en el seno de Esquerda Unida de Vilagarcía estalló en el Pleno de julio del año pasado. Los problemas se venían gestando en silencio en la formación, pero saltaron a la luz pública cuando Miguel Alves rompía (sin explicación) la disciplina de voto y apoyaba la ordenanza municipal de terrazas del gobierno socialista. Tres días después comparecía públicamente y respaldado, entre otros, por Ramón Bueno emitía graves acusaciones contra el portavoz oficial, Jesús López. El aparato del partido desembarcaba un mes después en Vilagarcía apoyando la figura de López y su equipo y advirtiendo de que habría consecuencias si el desafío no cesaba.

Desde aquel entonces Miguel Alves ha votado por libre en las diferentes sesiones plenarias y su voto fue decisivo en la aprobación de los Presupuestos de 2017. Sin su voto no habrían salido adelante. En el último Pleno, hace tan solo cuatro días, se ausentó del salón municipal durante la defensa de las mociones de Esquerda Unida. l

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