El fuego destruye parte de un asador y recluye a vecinos de dos edificios

El fuego destruye parte de un asador y recluye a vecinos de dos edificios
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Un incendio destrozó ayer parte del restaurante Ruedo, ubicado en el bajo del número 26 de la Avenida Rosalía de Castro. Las llamas comenzaron en la campana extractora de la parrilla y formaron una intensa humareda que obligó a recluir en sus domicilios a los vecinos de este edificio y de otro colindante. Pero por si fuera poco, los bomberos tuvieron que romper el techo de la cocina para sofocarlas por completo y el intenso calor reventó las tuberías del agua con lo cual la estancia también quedó inundada.  

Los hechos ocurrieron cerca de la una del mediodía, cuando el asador ponía en marcha la parrilla para empezar el servicio de comidas. La principal hipótesis que barajan los investigadores es que había grasa acumulada en una parte de difícil limpieza en la tubería de la campana extractora y esta empezó a arder por una llamarada o cuando las brasas alcanzaron una elevada temperatura. Luego las llamas  se extendieron por todo el conducto de ventilación, que atraviesa el edificio por el patio de luces hasta culminar en la azotea. El tubo no soportó las elevadas temperaturas y por las uniones se fue filtrando un espeso humo que inmediatamente tomó las zonas comunes del número 26, pero también del edificio del al lado, a través de las ventanas abiertas de los pasillos.

Los bomberos de Vilagarcía pidieron entonces a los vecinos que cerraran bien sus casas y se recluyeran en ellas hasta que pudiera ventilar ambos inmuebles. Para entonces, algún vecino ya había bajado a la calle y reinaba cierto nerviosismo, pero esta se consideró como la mejor opción en lugar del desalojo al comprobar que el fuego estaba controlado y salir en ese momento de las viviendas podía ser peor.

 

Vigilancia posterior

Los efectivos aplicaron espuma desde el desembocadura de la chimenea, que alcanzaron gracias al camión autoescala, perteneciente a la base de Ribadumia. Sin embargo, una zona del tubo hacía una especie de codo y para garantizar la extinción tuvieron que desmontar parte de esta y del falso techo de la cocina. Además las elevadas temperaturas reventaron las tuberías y el agua le llegaba por los tobillos a los bomberos. Afortunadamente la inundación no llegó a la zona de comedor y tampoco hubo heridos entre los seis empleados y los pocos clientes que en ese momento había en el local ni entre vecinos, aunque se avisó a una ambulancia por precaución.

En el dispositivo también participaron efectivos del Servizo Municipal de Emerxencias e Protección Civil de Vilagarcía y agentes de las policías local y nacional. El grueso concluyó sobre las 14:30 horas, pero un retén permaneció hasta media tarde, esperando a que bajara la temperatura.

El fuego destruye parte de un asador y recluye a vecinos de dos edificios

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