Fuera de peligro el utillero del Arosa que se cayó del tejado de la grada en A Lomba

José María García Bello, el utillero del Arosa que ayer se caía desde el tejado de las gradas del campo de A Lomba está fuera de peligro. El vilagarciano, que forma parte del equipo directivo, se había subido a la cubierta de uralita de la grada preferente para recoger los balones, una tarea que hacía de forma habitual sin que nunca antes hubiese pasado nada. Hasta ayer. Al filo de la una de la tarde el techo de uralita se desprendió y el utillero se precipitó al vacío desde una altura aproximada de cinco metros. Hasta el lugar se desplazaron de inmediato efectivos de los servicios de Emerxencias, así como una ambulancia que lo trasladó de inmediato al Hospital de Montecelo. El diagnóstico médico arroja que el arosista se encuentra fuera de peligro, que tiene una cadera, un brazo y una muñeca rotos, así como una contusión en la cabeza que no reviste gravedad.

Lo cierto es que la noticia de la caída cayó ayer como un jarro de agua fría tanto entre la plantilla del Arosa como entre los propios aficionados. Al mismo tiempo lo sucedido enciende las alarmas sobre el estado de un campo de fútbol municipal que no solo es utilizado por el Arosa, sino también por Arousanas. Los técnicos del Concello acudirán durante la jornada de hoy al campo municipal para evaluar el estado de las instalaciones y, concretamente, de la cubierta de uralita. Por lo de pronto ello no debería interferir en el desarrollo del esperado partido de tercera división entre el Arosa y el Pontevedra que se disputará este mismo domingo.

Cabe recordar que la cubierta de la grada de Tribuna se cambió hace unos diez años precisamente por el mal estado de la misma y porque ya habían existido desprendimientos.

Las inspecciones técnicas que se realicen hoy servirán para determinar el alcance de los desperfectos y también el estado real de la cubierta.

Los jugadores del Arosa entrenaron ayer en A Lomba en donde no se hablaba de otra cosa que del estado del utillero accidentado.

Lo cierto es que los servicios de Emerxencias municipales estuvieron ayer muy atareados. Justo media hora antes de la caída del utillero del Arosa tuvieron que personarse en la zona de Vilaboa, en Sobradelo, para atender a un octogenario que se había caído de una altura de tres metros mientras limpiaba el tejado de uralita de su alpendre.

El anciano se precipitó desde una altura de tres metros y fue trasladado en ambulancia a un centro hospitalario aunque no se temía por su vida.