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sábado | 20 abril | 2024
La fuerte tromba de agua que cayó durante la tarde de ayer convirtió en ríos, y hasta en mares, zonas comerciales y carreteras de toda la comarca de O Salnés. Fue especialmente en Vilagarcía, donde el centro volvió a convertirse en una gran piscina, donde se registraron un mayor número de incidencias, con Protección Civil, Policía Local y Bomberos atendiendo un buen número de incidencias.
Y es que a los cinco minutos de que comenzase a llover, el centro neurálgico de la ciudad quedó completamente anegado, con el agua cubriendo hasta las rodillas en la obra de Arcebispo Lago y en zonas como Ramón y Cajal, Doutor Tourón, O Piñeiriño o Vilaxoán. El tráfico por orillamar se complicó muchísimo, desde Rosalía de Castro, con sus problemas crónicos, hasta Valle Inclán y toda la carretera portuaria, donde el agua tomaba fuerza.
Los locales fueron, de nuevo, los más afectados. Hubo cafeterías que hasta tuvieron que cerrar durante un tiempo porque, por mucho que achicaran, el agua no dejaba de entrar. En la esquina entre Conde Vallellano y Praza de Galicia el agua corría con fuerza, acelerada por algunos vehículos que la trasladaban al interior de los establecimientos, lo que dio lugar a alguna que otra discusión ante el temor, por parte de los comerciantes, de perder mercancía. Los problemas se dieron también en Rey Daviña, donde hasta el decorado navideño, como los pingüinos, sufrieron daños por el agua, así como un buen número de comercios.
Pero no fue solo en el centro. Los que escogieron dar un rodeo con el coche, también se encontraron con serios problemas en zonas como A Torre, Cea o Rubiáns y la Policía Local tuvo que cortar carriles, ya que la circulación era peligrosa en algunos puntos. Incluso un camión de Repsol se vio con serias dificultades debido al estado de la carretera. En Guillán volvieron a sufrir los efectos de la mala canalización de una plantación, que llena de barro la zona. Además, Protección Civil se desplazó a la Rúa Xesta, en O Rial, donde el agua entró en las viviendas, alcanzando hasta los veinte centímetros de altura.
Otra zona donde se registró cierto malestar fue en Arcebispo Lago, donde los comerciantes y hosteleros vieron como el agua llegaba a sus locales sin que las alcantarillas diesen muestra de poder asumir la tromba que se registraba en ese momento.
En el resto de la comarca de O Salnés también se registraron problemas. En Vilanova, el temporal comenzó a hacer de las suyas ya a última hora de la tarde del domingo, cuando un poste de tendido telefónico se desplomó sobre el muro de un camping, en O Terrón. Durante la tarde, Protección Civil no dio a basto atendiendo inundaciones, bolsas de agua, bajos anegados y la caída de un muro cerca del Eroski. Los Bomberos de Ribadumia se desplazaron a Meaño por la caída de un muro que obstaculizaba un camino y a Cambados por la caída de un árbol cerca de la bodega Martín Códax.
En la vila albariña se vivieron numerosas incidencias. Las zonas más conflictivas fueron, de nuevo, la Praza do Concello y Ribeira de Fefiñáns, las avenidas de Castrelo y Vilagarcía, el parking del Rosita o el tramo entre los semáforos y la rotonda de Vilariño.
Protección Civil de Cambados se afanó en la retirada de contenedores, la colocación de alcantarillas o la limpieza de arquetas por bolsas de agua.
En O Grove, un manto de agua cubrió totalmente algunas zonas como Virxe das Mareas, el Paseo de Lordelo o Terra de Porto. En este último punto fue necesario cortar el tráfico pasados unos minutos de las seis y media de la tarde. El servicio de Emerxencias meco trabajó en diversos puntos, con efectivos que se fueron incorporando a medida que la situación se complicaba, como refuerzo al dispositivo previsto para la tarde. También se registraron incidencias en la curva del cementerio y problemas con las obras de Alexandre Bóveda. Para la jornada de hoy se espera que las lluvias continúen.
