El gobierno suprime ayudas y obliga a los colectivos a limpiar las casas culturales

El gobierno suprime ayudas y obliga a los colectivos a limpiar las casas culturales
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La supresión de las ayudas que hasta ahora concedía el Concello de Vilagarcía obliga a las asociaciones culturales y vecinales del municipio a asumir por completo la limpieza de los centros culturales. Una cuestión que complica y mucho la situación de los colectivos que deben ingeniárselas para buscar recursos humanos y materiales para un mantenimiento prácticamente diario.
“Todos os ccolectivos culturais recibiamos antes unha axuda para a limpeza en función do tamaño do centro”, explica Xurxo Abuín. En el caso de Rubiáns, rondaba los dos mil euros, al igual que en Vilaxoán y en Sobradelo.
Los problemas en el cobro de esa ayuda comenzaron al segundo año de mandato de Tomás Fole. En el centro cultural de O Souto son los vecinos directamente los que se encargan de la limpieza, al igual que en el de Vilaxoán.
“Non é unha tarefa fácil”, explica Teo Cardalda, de la directiva de la asociación de vecinos de Vilaxoán, que explica que el mantenimiento se complica sobre todo en verano, cuando la presencia de los niños es mayor, lo que obligó al colectivo a reforzar la vigilancia.
“Encárganse os veciños de facer a limpeza. Ainda que non queiras tes que facelo”, se lamenta Xurxo Abuín.
En el caso de Trabanca Badiña, el Concello “nos entrega un vale para la compra de materiales y la limpieza la asumimos nosotros”, explica Faustino Laya, de la asociación de vecinos. La misma situación se repite en Bamio.
En el centro cultural de Sobradelo, que registra una intensa actividad, la falta de ayudas ha dado lugar a un debate entre los usuarios. El presidente de la asociación de vecinos, Manuel Vázquez, explica que dejaron de percibir la ayuda del Concello en 2014. De la limpieza de la casa de cultura se encarga una profesional contratada y para pagarle “estiramos a última axuda que recibimos”, explica el portavoz vecinal.
Ahora se encuentran en la tesitura de que el dinero ya no llega y no pueden pagarle. Algunos colectivos apuestan por asumir directamente la limpieza de un centro con una notable actividad. “Hai a diario uns ochenta nenos”, asegura Vázquez, que cree que el Concello debería contribuir al mantenimiento.

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