Greenpeace llama a la ciudadanía a sumarse a la democratización energética

Greenpeace llama a la ciudadanía a sumarse a la democratización energética
diario de arousa-2019-07-30-005-3e94eb8e

La democratización de la energía es la clara apuesta de Greenpeace para un reparto más igualitario de un recurso básico, para que los ciudadanos dejen de ser “meros consumidores pagafacturas” pero también, y sobre todo, para llegar a la meta de conseguir frenar el cambio climático. Es una emergencia y, sobre todo, advirtió Martín Barreiro, es una realidad. “No es opinable, es científico”, asegura el físico que se encarga de la predicción metereológica en TVE. El Rainbow Warrior, que pone rumbo a Francia tras batir récord de visitas en Vilagarcía, acogió ayer una comparecencia en la que participaron representantes del ecologismo en diferentes ámbitos. María Paz, responsable de la campaña “En marcha por el clima”, advierte: “No hay un planeta B”. Por ello, reclaman medidas institucionales pero también la implicación activa de la ciudadanía para exigir a los gobiernos que actúen contra el cambio climático. “No podemos dejar la solución en manos de los mismos que causaron el problema”, aseguran la representante de la ONG.

“Galicia es un país con una inmensa riqueza ecológica y por ello es todavía aún más sensible a las consecuencias del cambio climático”, aseguró Paz, que incidió en que la comunidad autónoma “podría generar energía suficiente para satisfacer treinta veces su demanda”. Por ello, Greenpeace llama a la sociedad gallega a inspirarse en su tradición histórica de “colectividad” para “adueñarse” y “convertirse en protagonista activo” de la energía. Para ello, explicó Sara Pizzinato, asesora de democratización de la energía en la entidad, “no es necesario ser un experto”. Cualquiera, “sin necesidad de ser ingeniero”, puede ser ecoproductor, y Greenpeace ofrece varias alternativas.

Una evidencia científica

Barreiro, por su parte, explicó que las evidencias del cambio climático las ve en su trabajo. “Cada día tenemos que hablar de más fenómenos adversos”, explica. El meteorólogo confiesa que para este año pensaba que la subida de las temperaturas iban a “aflojar un poco” y, sin embargo, han vuelto a superarse marcas. “París batió récords superando su temperatura máxima y la de Madrid, estando mucho más al norte”, explica.

El objetivo durante esta década es evitar la subida de un grado y medio de temperatura. Greenpeace habla de “emergencia climática” y Barreiro advierte de que, de no revertirse, podría ser mucho más. “Vamos hacia los cuatro grados y medio”, apunta.

La escuela, un referente

Ya son varios los movimientos que surgieron en estos años para intentar frenar la tendencia. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de Silvia Mete, portavoz de Fridays for future. “Los procedimientos administrativos para el autoconsumo deben simplificarse y las administraciones tienen que invertir mucho más en energías renovables”, señala. A su lado, Miriam Leirós, de Teachers for Future, apuesta por crear itinerarios peatonales a los colegios para reducir el uso del coche y, entre otras cosas, por crear conciencia ambiental desde las aulas.

Greenpeace llama a la ciudadanía a sumarse a la democratización energética

Te puede interesar