La hostelería de Vilagarcía sopesa subir los precios en 2023 para afrontar la inflación

La hostelería de Vilagarcía sopesa subir los precios en 2023 para afrontar la inflación
Ambiente en una terraza en un establecimiento de Vilagarcía de Arousa | Gonzalo Salgado

El sector hostelero en Vilagarcía encara con preocupación e incertidumbre la temporada otoñal debido al aumento generalizado de precios y, concretamente, el del gas y electricidad que ha provocado grandes cuantías a pagar en sus facturas.


Los empleados del sector, sin embargo, se congratulan de un gran verano en cuanto a la afluencia de gente, aunque el gasto por persona ha disminuido considerablemente con respecto a años anteriores.


Así, los precios de la luz, energía, carburante y alimentos son los principales miedos a los que se enfrentan los hosteleros, unido a la posible caída de visitas a bares y restaurantes en este periodo del año como consecuencia del aumento del coste de vida y la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores en este último ejercicio.


Desde los establecimientos vilagarcianos encaran así el otoño con pesimismo, agarrándose a la clientela habitual en periodo invernal, aunque advierten una baja asistencia entre semana. Esta circunstancia habría llevado a barajar a locales de la capital arousana a cerrar en días laborales por la noche, para así reducir costes de mantenimiento, puesto que, según defienden, los ingresos en estos días no suplen los gastos en personal y en energía, principalmente.


Sin embargo, la mayoría de los locales llegan a la misma conclusión: Si bien hasta final de año y en corto plazo los precios de sus bares y restaurantes se mantendrán, a principios del siguiente curso se verán abocados a subirlos. Otros establecimientos, sin embargo, ven esta opción como la última y ven “imposible” repercutir sus gastos a los productos, puesto que sería insostenible mantener la clientela de extrapolarse el incremento a los precios.


Asimismo, sobre la temporada alta todos advierten en señalar la gran afluencia de personas en un verano récord, con la llegada de muchos turistas y visitantes, sin embargo señalan que “hay mucho miedo” y que existen reticencias, lógicas, a la hora de gastar dinero en la restauración u otros servicios.


Unas Navidades impredecibles

Por otro lado, el sector espera recuperar sus buenos números en la temporada navideña, que acostumbra a activar el “espíritu festivo” y repercute positivamente en la hostelería. No obstante, avisan de que, “aunque habrá gente, no será como otros años”. Además, advierten que desde la pandemia resulta muy complejo elaborar previsiones y que los resultados de ventas se vuelven impredecibles.


Aún así, restaurantes de la zona encaran con relativo positivismo esta época, contando ya con reservas de cara a Navidad de cenas de empresa con menús cerrados, que siempre representan un gran aliciente económico en esta temporada y son de gran importancia para el sector pero los beneficios que dejan.


Lo que es evidente es, sin lugar a duda, que la Navidad será una importante vía de escape económica para la hostelería y restauración y que puede aliviar las facturas que previsiblemente aumentarán, sobre todo, en invierno.


Igualmente, de esta temporada navideña es un elemento característico el alumbrado, que este año reducirá en Vilagarcía un 35 % del tiempo de encendido como parte de las medidas de ahorro energético propuestas por Ravella y recomendado por el Gobierno. Sin embargo, este recorte, siempre motivo de debate, no despertó críticas entre los hosteleros, que confían en que el “espíritu navideño” continúe activando la economía y que el resto de las decoraciones también jugarán un importante papel para que “la gente salga de casa”.

La hostelería de Vilagarcía sopesa subir los precios en 2023 para afrontar la inflación

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