Los hosteleros reclaman mantener los ERTE en las fases de actividad reducida

La desescalada anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, devolverá a los paisajes arousanos las terrazas de los bares. Será lo primero que abrirá en la hostelería, por lo que concellos directamente dependientes de los servicios, como Vilagarcía y Sanxenxo, ya anuncian medidas para ampliar las mesas y sillas de los locales.

El anuncio alivia a los hosteleros, pero todavía no lo suficiente como para despejar todas sus preocupaciones. La primera pasa por saber cómo afectará a las plantillas.

“Lo de los ERTEs no está nada claro”, señala Ricardo Santamaría, gerente de La Malquerida y presidente de la Asociación de Hosteleros. Precisamente la directiva de Ahituvi mantenía ayer una reunión telemática para abordar criterios conjuntos y medidas para proponer a las administraciones, aunque luego serán los propios hosteleros los que decidan cuándo y cómo abrir.

“La toma de decisiones será de quién se va a jugar las castañas”, apunta Santamaría, que a título personal no abrirá la terraza en la primera fase. Sí lo hará Manuel Galiñanes, responsable de Doña Tapa, muy preocupado por las medidas laborales durante las fases de actividad reducida.

“Si en la primera fase solo podemos abrir la terraza y después también el interior pero con un treinta por ciento del aforo, la facturación no va a ser la misma”, apunta el gerente del local situado en una esquina de Méndez Núñez. El mantenimiento de los ERTEs durante estas fases de actividad reducida es lo que plantean desde el sector, teniendo en cuenta también las propias características de los locales, buena parte de ellos de dimensiones reducidas. Galiñanes se muestra también inquieto por las medidas de protección que se decidan desde el Ejecutivo, especialmente ante la instalación de mamparas. “Es un coste muy grande para mes y medio”, señala. Apuesta, por el contrario, por limitar las mesas tanto fuera (durante la primera fase) como dentro, y colocarlas a gran distancia. Además, anuncia importantes medidas de protección. “Los empleados ya están concienciados de usar guantes, mascarillas y el desinfectante siempre estará a mano. Los que tienen que concienciarse son los clientes”, dice el gerente de Doña Tapa, que confía en salvar el verano gracias al turismo nacional.

Ordenanzas flexibles

Los concellos de Vilagarcía y Sanxenxo anuncian una flexibilización de sus ordenanzas para ayudar al sector hostelero. Los servicios urbanístico de Ravella ya trabajan en los criterios que regulen la nueva situación, permitiendo a los hosteleros acoger un mayor volumen de clientela, siempre teniendo en cuenta las características de la vía. En ambos casos, el paso de los peatones será prioritario, pero las normas serán menos restrictivas. El alcalde de Sanxenxo, por su parte, recuerda las pérdidas en el sector y critica que España “aplique restricciones mayores” que otros países como Italia o Alemania. l