La iglesia de Vilariño estrena aseo tras cuatro años de gestión y tesón vecinal

La iglesia parroquial de Vilariño ya cuenta con el ansiado baño, ese que tantos quebraderos de cabeza han dado a la asociación vecinal y cultural O Batuqueiro desde que, hace cuatro años, inició un proceso demorado por una larga tramitación ante Patrimonio y la oposición del cura párroco respecto a los detalles del proyecto. Porque el cura, Jesús González, aseguraba ayer que “siempre estuve interesado” en dotar al templo del servicio y compareció junto al presidente vecinal, José Rodríguez, quien agradeció que “finalmente accediese” para cubrir una “necesidade primordial”. 
Las diferencias se superaron tras 800 firmas de apoyo a la creación del aseo y la mediación del párroco de Santa Mariña de Cambados, José Aldao, y del salesiano Manuel Cachaldora, que atiende Castrelo y otras parroquias, y que también estuvieron ayer en un acto que podría parecer excesivo teniendo en cuenta que se presentaba un aseo que, eso sí, cumple todas las normativas de accesibilidad (con un diámetro de 1,5 diámetro pensando en personas con movilidad reducida). Pero es que era “unha necesidade primordial”, recalcó Rodríguez, que acudió junto a la vicepresidenta de O Batuqueiro, Silvia Fernádez. La asociación inició los trámites en 2004 para dar respuesta a una histórica demanda, sobre todo de personas mayores y niños que van a la catequesis. 
La Concellería de Obras e Servizos asumió la inversión para ejecutar los trabajos, iniciados hace un mes, aproximadamente. Según el edil José Ramón Abal Varela se destinaron 6.000 euros de fondos municipales para dividir una estancia ya existente en el atrio de la iglesia, dejando una zona como almacén de la parroquia (uso que ya tenía anteriormente), y dedicar el espacio restante al servicio. 

Tramitación ante Patrimonio
Fue esta división la que propició las diferencias entre la asociación y el cura párroco, retrasando el inicio de los trabajos, pero “felizmente solventáronse as discrepancias, quedou todo solucionado e non hai polémica”, zanjó el edil. Abal también señaló que se produjeron demoras por la consecución de los permisos de la Xunta y agradeció el tesón de la entidad vecinal. O Batuqueiro es una asociación vecinal que nació hace más de un lustro en la parroquia de Vilariño para conducir el rechazo social a la ampliación de una instalación eléctrica en medio de casas y tierras de labradío y viñedo. 
Sus protestas y la crisis resultaron en el cóctel perfecto para que la compañía aparcara el proyecto, aunque llegó a estudiar otro aplazamiento. Posteriormente, la entidad creció y centró sus esfuerzos en potenciar la actividad cultural con talleres de informática, pilates e incluso de cocina y bailes de salón.