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jueves | 25 abril | 2024
La investigación del suceso que conmocionó a Vilagarcía en septiembre de 2012, la muerte de un vecino de Guillán, Alfonso Gómez, a manos de su hermano Santiago, en prisión desde entonces, está a punto de entrar en fase decisiva tras finalizar los trámites previos que incluso implicaron a un tribunal coruñés.
La Audiencia de Pontevedra acogerá en breve el sorteo de los jurados que se encargarán de resolver el caso. Un trámite que se iba a llevar a cabo a finales del año pasado pero que se vio paralizado por la falta del auto de hechos justiciables. Se espera que la fecha del juicio quede fijada a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa.
"miedo insuperable"
El único acusado por el presunto fraticido, Santiago Gómez, alega un “miedo insuperable” a su hermano Alfonso para solicitar la libre absolución. Varios testigos declararon que el hombre, que permanece en A Lama desde entonces, recibía amenazas de su hermano tanto en su trabajo (ambos formaban parte de la plantilla del Concello) como en su casa (residían a escasos metros). De hecho, fueron varias las denuncias que Santiago Gómez presentó en este sentido, aunque ninguna prosperó.
El día en que se produjeron los hechos, y siempre según la versión del acusado, Santiago Gómez se encontraba en la huerta de su casa cuando su hermano se dirigió a él de malos modos y le hizo un signo de que le iba a cortar el cuello. El hombre pidió ayuda a su madre y fue en ese momento cuando Alfonso Gómez se abalanzó hacia él por lo que repelió el ataque haciendo uso del spray que llevaba en su bolsillo y se fue a su casa.
Es allí donde coge la escopeta de caza por miedo a un nuevo ataque y regresa al jardín para continuar con los trabajos de riego. En ese momento vuelve a producirse un nuevo encontronazo ya que Alfonso Gómez se dirige hacia su hermano portando en posición de ataque la navaja que llevaba consigo a todas partes y que la Policía Científica localizaría días después a escasos metros del lugar del crimen.
El acusado cargó entonces la escopeta aunque en un primer momento tan solo la utilizó para empujar a su hermano, que pese a que cayó al suelo volvió a reincorporarse amenazante por lo que, tras una advertencia, Santiago Gómez le dispara para frenarlo resultando el tiro mortal ya que le alcanzó la femoral.
Fue el propio acusado el que dio aviso a los servicios de emergencia, otro hecho que la defensa tiene en cuenta como atenuante para solicitar su libre absolución. Por la contra, la acusación particular califica los hechos de asesinato y solicita 20 años de cárcel y 300.000 euros de indemnización para la mujer de la víctima, una petición que el ministerio público rebaja a diez años y 120.000 euros.
