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viernes | 19 abril | 2024
Una veintena de agentes de la Policía Nacional acordonaron a primera hora de la mañana de ayer la caseta en la que hacen guardia de día y de noche las trabajadoras de Cuca impidiendo la salida de seis operarias que se encontraban en esos momentos en el interior.
El objetivo del operativo era permitir sin altercados la entrada de cuatro camiones en la fábrica para la retirada de la maquinaria que desde hace ya semanas se encuentra desmontada en el recinto de la fábrica y su posterior traslado a O Grove. Un cometido que al menos ayer no se pudo haber visto cumplido ya que ni operarias ni vecinos permitieron la salida de ningún vehículo de la fábrica, pese a las identificaciones pertinentes y las advertencias de multas por parte de los agentes. “De aquí non sale ningún coche nin camión hoxe. O que queira que saia a patas”, advirtieron. Y así fue compañeros de mantenimiento, vigilantes de seguridad e incluso camioneros abandonaron las instalaciones a pie a pesar de intentar hacerlo con sus turismos.
Y es que la tensión vivida por la mañana todavía permanecía en el cuerpo de las trabajadoras horas después, que relataban lo sucedido con profunda indignación. “Nos trataron como si fuésemos delincuentes. Sin dejarnos salir de la caseta hasta que pasaron los camiones. Vivimos la situación con muchos nervios”, así relataba lo vivido Lourdes Millán, una de las operarias de Cuca a las que le tocaba el turno de mañana. “Sentímonos secuestradas e mal tratadas. Non nos merecemos isto porque o único que estamos a facer é defender o noso posto de traballo”, apuntó la presidenta del comité de empresa, María José Rey. De hecho, el sindicato estudia interponer una denuncia por la forma de actuar de los agentes. “Non se identificaron e nos retiveron aí dentro en contra da nosa vontade”, apuntaron las trabajadoras que horas antes lo habían vivido.
El trato de las fuerzas de seguridad a las trabajadoras era ayer el tema de conversación en todos los corrillos de operarias y vecinos de Vilaxoán. “Foi totalmente desproporcionado. Que ían a facer seis traballadoras?. Esto foi un asalto en toda regra”, apuntaba José Luis Lede Fernández, un vecino del lugar que acudió como otros muchos a la llamada de la sirena y de las campanas. En la misma línea se manifestó otro, Camilo Maneiro, que advirtió “debería estar aquí todo o Concello de Vilagarcía porque isto non se fai”.
A lo largo de la mañana, las trabajadoras recibieron la visita y el apoyo de concejales socialistas como Tania González pero también del cura de la parroquia que intentó mediar en el conflicto hasta en dos ocasiones aunque con poco éxito. Eso sí ni un solo camión, ya cargado con la maquinaria, salió ayer del recinto, ni tampoco turismos.
