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sábado | 20 abril | 2024
A lo largo de las últimas dos décadas se han dado más de una docena de fechas distintas en cuanto al inicio de un proyecto demandado desde hace años. Ninguna se ha cumplido y parece que la administración ya ve muy lejos la posibilidad de unir el centro urbano con la localidad de Vilaxoán mediante el ansiado paseo marítimo. Y no es para menos. En marzo de 2010, y después de promesas enlazadas desde años atrás, el entonces delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, acudía al Concello para entregar el proyecto definitivo a la entonces alcaldesa, Dolores García. En aquel momento se aseguró que los terrenos necesarios para llevar a cabo la obra estaba disponibles. Era un trámite que corría a cuenta del Concello, pero que realmente no llegó a completarse del todo. Faltaban por firmar dos propietarios y, sin los terrenos, es imposible llevar el proyecto a cabo.
En junio de 2011 el Partido Popular llevaba el asunto al Congreso de los Diputados con la intención de que se arrojase luz sobre los retrasos acumulados en la obra. Fue ahí cuando se advirtió de que los terrenos no se habían cedido y de que, mientras eso no sucediese, nada podría llevarse a cabo. La situación la heredó el gobierno local capitaneado por Tomás Fole que, al menos de momento, también mantiene en un cajón de Ravella un proyecto que fue presupuestado en su día en 1,4 millones de euros.
Los vilaxoaneses llevan años reclamando la conexión peatonal y segura con el centro urbano, pero parece que de momento todavía deberán esperar mucho para ver el paseo hecho realidad. Y es que, aunque sí se prometió de palabra en reiteradas ocasiones, este nunca tuvo una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado, pese a ser una obra prometida por gobiernos de diferentes colores.
Con la actual situación económica y con el saco de dinero para inversiones casi vacío, la ejecución de este proyecto parece aún más lejana todavía.
obra ambiciosa
El proyecto de mejora que llegó a Ravella en el año 2010 dista mucho del que se pretendía inicialmente, dado que ya había sido cercenado por los tentáculos de la recesión. Aún así, contemplaba una inversión que rondaba los 1,4 millones de euros para la ejecución de un paseo de 810 metros de longitud divididos en tres tramos bien diferenciados. El primero de ellos discurriría por la costa paralelo con la calle Valle-Inclán; el segundo bordearía el litoral separado de la carretear y un tercero iría paralelo al vial Víctor Pita.
El proyecto no se limitará únicamente a la ejecución del paseo en sí, sino que obligará a realizar cambios importantes en el tráfico rodado del entorno. Así pues, la intención que figura sobre el papel es la de que el vial Víctor Pita tenga un único sentido de circulación. De esta forma se promovería una menor ocupación del dominio público terrestre.
una nueva playa
El informe también contempla la posibilidad de poder ejecutar un nuevo arenal que serviría para incrementar la atracción turística de la capital arousana, pese a que ya es una propuesta que también se ve muy lejana.
El hecho de que el entorno de la calle Valle-Inclán se esté adecentando gracias al proyecto que llevará el ferrocarril al muelle de Ferrazo vuelve a destapar esta vieja idea que de momento no tiene fecha y cuya ejecución parece que no va a ser para ahora. En un acto carnavalesco realizado como sátira al Centenario los vilaxoaneses recordaron esta importante obra en sus críticas a sabiendas de que todavía tardarán mucho en ver iniciarse las obras.
