El Liceo despide a tres de sus cuatro empleados a la espera de una solución

El Liceo despide a tres de sus cuatro empleados a la espera de una solución

El Liceo Casino procedió al despido de tres de sus cuatro empleados (otra está de baja) mientras espera una solución milagrosa que permita su continuidad como sociedad. Un futuro negro para la entidad centenaria, teniendo en cuenta que las cuentas son tan desastrosas que apenas permiten el pago de las deudas a los trabajadores ni las futuras liquidaciones.
Son algo más de dos mil euros lo que recauda el Liceo Casino con las cuotas de los menos de dos centenares de socios con los que cuenta actualmente. Una cifra que apenas da para los gastos de mantenimiento de una sede a la que no se le saca rendimiento. 

Así las cosas, Antonio Castro se encuentra de presidente en funciones tras presentar su dimisión en la asamblea que se celebró el 1 de mayo junto al resto de la directiva. Los socios están convocados para una nueva reunión el 11 de junio.
Son dos las opciones que se ponen sobre la mesa: Liquidar la sociedad, para lo que se nombraría una gestora; o que otra directiva tome las riendas de la entidad.

Situación complicada
Un grupo de socios han mostrado ya interés por tomar las riendas de la entidad. Sea cual sea la decisión que se adopte, la situación con la que se encontrarán será complicada. Lo cierto es que la crisis del Liceo Casino comenzó ya hace varios años, con un goteo constante de bajas que hacen que en apenas una década haya perdido más de 600 socios.

Así, ya en el año 2012 se advertía de la brutal pérdida de masa social, tras recibir doscientas bajas en menos de un año. La sociedad se situaba entonces en los 659 miembros y aprobaba una subida de cuota para hacer frente a los gastos.
En la actualidad, 2012 es un grato recuerdo. La sociedad se encuentra sumida en una crisis marcada por la falta de socios, especialmente de jóvenes, y por la ausencia de un local que ofrecer tras varios proyectos frustrados..

La apuesta de la directiva que encabezó durante varios años Antonio Castro era la de construir un nuevo local en A Comboa, pero tras varios intentos dieron por perdido este proyecto.

Anteriormente, otros presidentes trataron de cubrir el vacío que dejó la demolición del edificio de Ravella con otros planes, como el de Álvaro Paz, que apostaba por una sede náutica.

El Liceo despide a tres de sus cuatro empleados a la espera de una solución

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