Localizan parte de las 26 toneladas de mejillón robadas a productores de la Ría

Al menos parte de los cerca de  26.000 kilos de mejillón robado en bateas de Arousa a principios de mes pudo ser localizada y recuperada en los últimos días, según confirmaron ayer diversas fuentes del sector.
Parte del molusco habría sido detectada la semana pasada, al parecer, en un puerto de O Salnés cuando un barco bateeiro se preparaba para realizar una descarga de producto en la rada. La autoridades presentes en la zona habrían desconfiado de la temprana hora de la operación, máxime cuando con cierres por toxina se restringe la actividad a un horario que arranca a las ocho de la mañana, recordaban algunas de estas fuentes.
Tras interesarse por el cargamento, habrían concluido que se trataba, posiblemente, de al menos una fracción del mejillón sustraído días atrás.
Desde el sector mejillonero se precisaban escasos datos sobre el caso, aunque ha trascendido que si bien no todos los productores pudieron recuperar lo robado, al menos uno de ellos habría podido hacerse con cierta cantidad y otro llegar a un posible acuerdo de compensación.
El mejillón habría sido sustraído de bateas de aguas frente a las costas de Vilaxoán y Vilanova de Arousa y habría aparecido en tierra unas semanas más tarde.
Ya tras las primeras denuncias después de la desaparición del bivalvo, se sospechaba que los responsables podrían estar vinculados al mar, dada la dificultad de extraer y colocar posteriormente este tipo de producto, sometido siempre a estrictos controles desde la llegada a tierra y durante el resto de la cadena hasta el consumidor.
Los tres casos hechos públicos a principios de mes referían un robo de 580 sacos con unos 6.000 kilos de mejillón a un bateeiro de Vilanova, treinta cuerdas con otros 6.000 kilos a un productor de Vilaxoán y 1.200 sacos a otro trabajador de las bateas, este último de Rianxo.
Estos robos se producían, además, en un momento especialmente complicado para los mejilloneros de la Ría, con gran parte de los polígonos bateeiros cerrados tras detectarse la presencia de toxina.