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sábado | 20 abril | 2024
“A mí los cuatrocientos euros que no me los pida”. “¿Pero cómo pueden pedir algo así en estos tiempos?”. Esas fueron algunas de las frases que pronunciaron ayer los críticos del Liceo Casino que se muestran completamente reacios al proyecto de la directiva que encabeza Antonio Castro de construir una tercera sede en A Comboa.
Sería en la casa conocida como “VillaMilagros”, con cuatro plantas y una superficie de mil metros cuadrados. Está ubicada en una gran finca, de 9.000 metros, sobre la que el Liceo prevé construir una piscina, un campo de fútbol, pistas de tenis y de pádel y otros servicios deportivos y hosteleros.
La entidad cerró un acuerdo con los dueños de esta propiedad por lo que el precio se sitúa en 375.000 euros. Algo que incluso los más críticos consideran una buena compra. Pero también creen que el coste va a ir mucho más allá.
“Quieren meter allí a una empresa que haría la obra y después gestionaría la cafetería y los servicios de ocio, pero sería alguien ajeno a la sociedad”, asegura Manuel González Rollán, uno de los socios más antiguos del Liceo, que incluso llegó a presidir durante algunos meses.
Y es que Antonio Castro anunció que se está negociando con una empresa de la zona para que se haga cargo de la obra y a cambio se quede con la gestión de alguno de los servicios. Fuentes cercanas al Liceo señalan a una conocida inmobiliaria como posible adjudicataria de esta actuación, pero desde la directiva prefieren mantener el secreto hasta que se cierre el acuerdo.
Los socios más críticos insisten en las dificultades económicas que atraviesa desde hace años el Liceo Casino para enfatizar la idea de que este proyecto “es una cortina de humo”, en palabras de Álvaro Paz, expresidente, que no entiende por qué sus sucesores en la dirección de la entidad “gastaron casi un millón de euros” en renunciar a la sede del Puerto para “tratar de hacer un complejo que no va a solucionar para nada el futuro del Liceo Casino”. En este sentido, destaca que los servicios que va a ofrecer el Liceo en A Comboa no pueden competir con los que ya se están ofertando en otros clubs e insiste en que el futuro de la entidad “pasa por una sede náutica”.
González Rollán define el proyecto de A Comboa como “el cuento de la lechera” y asegura que no asistirá a la asamblea de esta noche “porque va a ser muy larga y no se va a hacer en la casa de los socios”.
