La mariscadoras de Carril cierran sus explotaciones hasta nueva orden

A la espera de que haya un consenso entre las cofradías arousanas que tienen competencias en la campaña de libre marisqueo para decretar el cierre de Os Lombos do Ulla, las mariscadoras de Carril han decidido adelantarse ante la elevada mortandad de marisco registrada en sus zonas de explotación y cerrarlas al marisqueo hasta nueva orden.
El próximo lunes está previsto que acudan los biólogos de la Cofradía Santiago Apóstol y también de la Consellería do Mar a tomar muestras del marisco y a partir de ese momento y con los análisis en la mano decidirán qué hacer.
Una de las posibilidades que algunas mariscadoras se planetan es acogerse al paro, pero para ello es preciso que sea la Xunta la que decerte el cierre y eso dependerá de los resultados de los muestreos llevados a cabo por los biólogos en las distintas zonas.
El precio de almeja japónica se desplomó hace unos días en la lonja de Carril registrando una cotización de 15 céntimos. Un precio que ni compradores ni vendedores recuerdan. El subastador de la rula, Moisés Campos, aseguró con preocupación que “nos tememos que esto se convierta en una catástrofe como la que se vivió en 2006”. Y es que en la mente de productores y comercializadores está muy presente lo vivido durante la riada de hace ocho años cuando pasaron varios meses antes de que el marisco volviese entrar en las lonja.
Y es que a la falta de babosa que ya murió con las primeras lluvias se suma ahora la situación crítica en la que la especie japónica llegó ayer a la rula carrilexa. No es de extrañar que las mariscadoras dejen de trabajar en sus zonas ante las bajas cotizaciones del producto. n