El “monstruo” que también se alimenta de niños

Las bebidas espirituosas acompañan al ser humano desde hace siglos, pero el inicio en el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas con modelos como el botellón, donde el único fin parece ser alcanzar una borrachera en tiempo récord, preocupa a los expertos y asociaciones como Areva, de Vilagarcía. Su presidente, Nemesio Portas, estuvo ayer en la Praza de Galicia con un stand informativo y una carpa de coctelería “sin” para recordar que “é tan perigoso como as drogas, pero mata a longo prazo”. Fue con motivo del Día Mundial sin Alcohol y el arousano sabe de lo que habla y lo hace notar cuando en la conversación señala en varias ocasiones:  “Eu son enfermo alcólico rehabilitado”.
A sus terapias de grupo y a la entidad llegan personas ya de una edad y cuando “xa tocaches fondo, case perdes á familia, o traballo e tes a saúde desfeita porque che afecta ao fígado, o páncreas, o estómago, os músculos, os ósos... E é cando che acorda o ben que estabas antes”. Pero tal y como se plantea el consumo entre muchos jóvenes hoy en día, no es difícil predecir que, tarde o temprano, alguno traspasará la delgada línea entre disfrutar de beber un vino, una cerveza... Y “ser dependente e simplemente pola falta de tomar esa copa de coñac diaria sénteste mal, empezas a poñerte nervioso, irritable”. Y es que, a pesar de las horribles resacas que se puedan padecer o del trágico final de menores como la niña de 12 años fallecida en Madrid hace algunas semanas, las cifras de intoxicaciones no bajan y Portas intuye el motivo: “O alcol é como un eslabón, engánchate cada vez máis e máis e non eres capaz de deixalo, tes que consumilo porque o organismo, e o cerebro principalmente, está tan habituado que o necesitas”. Pero además, insiste en que “non ten sentido” porque “beben sen garantías, no por disfrutalo, por estar en compañía, para comer, porque tes sede...”, lo que hacen “é chegar e tomar unha botella en cinco minutos, ata quedarse ‘grogui’, que logo non sabes nin o que fas o que dis e ao día seguinte non te acordas de nada”.   
En Areva, al abuso llevado a adicción le llaman el “monstruo” y alimentarlo lleva a situaciones límite como robar e incluso consumir colonia o oler pegamento porque, cuando se instala en el cerebro, “xa non sabes se che sabe ben ou mal, só precisas alimentalo”, explicó su presidente. 
Para el vilagarciano, la solución pasar por informar e informar y cree que las autoridades no actúan como debieran porque “beber na rúa está totalmente prohibido, pero o ven e non pasa nada, non o vixían. Ademais no caso dos menores tiñan que buscar aos pais e recordarlle que iso que fan os seus fillos está prohibido”. Pero sobre todo, “educar na casa”. 
Desde la asociación también quisieron lanzar ayer un mensaje optimista porque “si se pode” salir y para ello ofrecen sus servicios de psicólogos y la propia experiencia de sus socios, alcohólicos rehabilitados que suman la veintena y proceden de diferentes localidades, incluso de Padrón o A Estrada.  n