Los niños del campamento urbano de Navidad se pusieron manos a la obra para realizar los mejores dulces para los residentes del asilo de Divina Pastora. Los pequeños acudieron de mañana a estas instalaciones para agasajar con ricos dulces a los residentes y a sus empleados. Una forma muy provechosa de pasar una mañana y, al mismo tiempo, de acompañar a los más mayores. Unas fechas pensadas para comunicarse entre generaciones. gonzalo salgado