“Este es nuestro mejor momento. Si el concierto no le gusta a alguien yo le invito a una caña”

Tienen más de 200 canciones en su repertorio y casi una veintena de discos en el mercado. Los “Burning” son incombustibles, como su propio nombre indica, y buena prueba de ello es que llevan cuatro décadas disfrutando del “rock and roll” y dándolo todo encima de los escenarios. Hoy tocarán temas míticos en A Xunqueira, en un concierto para el recuerdo a las once de la noche.

Son 42 años como grupo, en algún momento ya habréis estado en Vilagarcía...
Segurísimo. En cuatro décadas fijo que hemos estado alguna vez. Hemos visitado muchas veces Galicia y nos encanta. Seguro que cuando acabe el concierto vendrá alguno con una foto diciendo que ya nos habíamos visto en este o aquel lugar. Es cierto que cuando nos dijeron que íbamos a tocar aquí se nos puso a todos una sonrisa enorme. Es un sitio precioso, tenéis una gran suerte de poder vivir ahí.

Vamos, que venís con ganas para el concierto...
Con muchísimas ganas. Va a ser una noche fantástica. Lo que vamos a intentar es que la gente desconecte de la puta rutina, de los incendios y de todos los problemas y que se deje llevar por la música.

Pocos grupos pueden presumir de llevar cuatro décadas sobre el escenario y seguir sacando discos. ¿Cual es la clave?
La clave es que la música es la medicina para alimentar el alma. Yo soy un pájaro que todavía sigue componiendo, que me levanto de noche y todavía hago canciones. La recompensa es tocar esos temas para la gente. Nada, absolutamente nada, puede sustituir esa sensación. Puede decirse que tenemos como un cierto síndrome de “Peter Pan”, que cuatro décadas nos han pasado como un soplo y, sobre todo, que disfrutamos mucho de lo que hacemos. Yo me levanto todos los días y doy mil gracias a San Bonifacio por poder dedicarme a lo que me gusta.

“Burning” tiene canciones que son un auténtico himno y sin embargo muchos no las identifican con vosotros, sino con otros grupos...
Yo siempre he dicho que el nombre es un hándicap. Cuando empezamos era el momento del “glam rock”. Nos pintábamos muchísimo. De hecho empleábamos más tiempo en pintarnos que sobre el escenario. “Burning” era algo caliente y por eso optamos por ese nombre. Tenemos canciones que suenan muchísimo, es cierto.

El rock siempre ha venido de la mano del inconformismo. ¿Es ser rockero un estilo de vida o solo una actitud sobre el escenario?
Pues mira, yo me levanto cada mañana escuchando música. Tengo un bar, “El Cocodrilo”, donde me tomo mis birras y donde sigo escuchando música. Consumo muchísima. Yo creo que lo de ser rockero se lleva un poco en la sangre. A partir de ahí escuchas ideas y creas música. Nosotros no somos muy “hippies”. Simplemente hacemos rock para pasárnoslo bien. La canción protesta la hacen, y muy bien, muchos cantautores.

¿Qué opináis de aquellos que os cuelgan etiquetas como “clásicos”?
(Risas) Otros dicen que somos leyenda. Etiquetar es algo que hacen mucho los periodistas. Yo lo que sé es que soy un tipo de barrio, hijo de un taxista. Somos un grupo de un barrio de Madrid que, y no quiero tirarme de la moto, está pasando por su mejor momento. La maquinaria está muy engrasada. Yo creo que los que nos vean en Vilagarcía van a poder disfrutar de un concierto excepcional.

Entonces es garantía de que los que vaya, se lo van a pasar en grande...
Sí, y es más, a quien no le guste le invito a una caña.

¿Piensa Burning en continuar otros 40 años tocando?
Pues la verdad es que nunca se sabe. Yo no hago planes de futuro, estoy muy cómodo en el presente. Ahora estamos muy bien y con la fuerza que nos da el día a día. Todas las noches me siento al piano y disfruto componiendo. Llevamos 42 años y es absurdo plantearse pensar en el futuro.

Cuatro décadas en las que se han pasado de vender discos a descargarse música gratis en internet...
Es un poco triste, porque el lado romántico se está acabando. Yo era de los que iba a la tienda “Madrid Rock” a comprarme mis vinilos, con el cassette ya empezó a darme algo de palo. Yo creo que las compañías tampoco se han sabido adaptar a la piratería. A los grupos que empiezan decirles que internet no es la salvación. Hagas lo que hagas y donde lo hagas tiene que ser de calidad. Si no eres bueno, el éxito es efímero.