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jueves | 25 abril | 2024
Un cambio de los valores de la sociedad acelerado por la crisis económica. Esa es la explicación que el Instituto Europeo Campus Stellae ofrece sobre el terrible incremento de las estafas a ancianos que se ha producido en los últimos años y que ha tenido en la comarca de O Salnés una mayor incidencia.
Y es que si Pontevedra concentra el 75 por ciento de estos casos en toda Galicia, la zona de la costa es, “debido a que concentra más población”, una de las más afectadas. En este ámbito se encuentra Vigo y O Morrazo, pero también la comarca saliniense, según explicó Nuria Pereira, directora del instituto santiagués.
Además, el informe del centro de estudio revela que el número de mayores estafados por personas de confianza se ha duplicado en los últimos dos meses, sobre todo en Pontevedra, de donde proceden dos de cada tres casos que acuden a pedir ayuda a Campus Stellae.
tres mecanismos
Los métodos que suelen utilizarse en estos fraudes son la firma de documentos que o bien están en blanco y luego son rellenados al antojo del estafador, o están sellados con una fecha pasada o la rúbrica es de una persona que en ese momento no es consciente o padece algún trastorno cognitivo.
La mayor parte de las víctimas son mujeres con una buena posición económica que suelen confiar su patrimonio a personas de su entorno. Muchos de ellos no tienen hijos y ceden la administración de sus bienes a sus sobrinos, primos o incluso a los hijos de una amiga íntima de la infancia. El perfil del estafador es el de una persona con una buena apariencia física y don de gentes.
Para evitar este tipo de fraudes, la directora del instituto Campus Stellae recomienda que se nombren dos o más administradores de las cuentas bancarias y que “uno no pueda hacer nada sin la firma del otro”, dice Pereira, que recomienda también que “en caso de grandes patrimonios se recurra a profesionales”.
La mayor parte de los casos se resuelven por la vía de la mediación, ya que los ancianos son reacios a denunciar por “vergüenza”. En otras ocasiones, es necesario recurrir a la vía penal, aunque esto supone un nuevo trauma para las víctimas.
