Los padres del colegio de Carril llaman a la puerta de la conselleira

Los padres de 5º de Infantil del colegio Rosalía de Castro de Carril llaman directamente a la puerta de la conselleira de Educación, Carmen Pomar, para exigir el desdoble del aula. Lo hacen después de que la dirección del centro e Inspección se diesen la mano, en palabras de los propios afectados, para tomar una decisión que consideran que perjudica a sus pequeños.

Armados con globos y pancargas, padres y niños volvieron a perpetrarse en la entrada al colegio. Las movilizaciones siguen mientras el buscado desdoble no llega y hoy volverán a concentrarse a primera hora de la mañana.

“Desdobre xa”, gritan los padres a la par que meten a sus hijos en el interior del centro. El acuerdo entre la administración autonómica, que hasta el lunes abogaba por el desdoble del aula, y el equipo directivo, ha sentado muy mal entre los progenitores, que ahora adoptan como interlocutora válida a la conselleira. A Pomar se dirigió el comunicado que leyeron ayer a las puertas del centro, y en el que denuncian la falta de profesores de apoyo.

Una negociación frustrada
Y es que la afirmación de la jefatura territorial de que los niños con necesidades especiales tendrán los mismos refuerzos ha sentado muy mal en los hogares que viven esta circunstancia. Así, las familias “esperan que lo que acaban de decir, con tanta verdad, puedan demostrarlo”. Y aseguran que la Xunta “miente” sobre los apoyos que ofrece a los alumnos. Recuerdan los padres que “no han firmado esas autorizaciones de Pedagoxía Terapéutica hasta la fecha”.

También se sienten decepcionados con la dirección del colegio, a la que recuerdan que a mediados de septiembre les pidió que “fuésemos a la prensa si hacía falta, pero que luchásemos por desdoblar este aula porque ahora mismo era inviable atender a nuestros hijos y esa era la única solución posible”. El problema es que la administración autonómica considera que el personal que hay actualmente en el centro es suficiente para atender ese desdoble, mientras que el claustro mantiene lo contrario. Ambas partes adoptaron un acuerdo “salomónico” al que se oponen frontalmente los padres..

Terapias externas
Los progenitores luchan así contra la decisión de “tener a nuestros hijos en un aula en la que no entran físicamente, metiendo y sacando al profesor que le toque guardia esa hora lectiva en la clase”. Aseguran que no están dispuestos a que los pequeños estén en esa situación. Por ello, instan directamente a la conselleira a actuar ya que, dicen, la dirección “decide no hacer” su trabajo mientras que el inspector y el jefe territorial “nos dicen que no puede obligarlos”.

Acusan a ambas partes de “jugar” con la “educación de nuestros hijos” e instan a la conselleira a luchar por una enseñanza de “calidad”. Las familias con niños con necesidades especiales aseguran que tienen que llevarlos a “terapias externas”.

La Xefatura Territorial de Educación emitía hace dos días un comunicado en el que daba por solucionado el conflicto al poner un profesor rotativo a mayores en el aula. Los padres, lejos de contentarse con esta medida, se han indignado más y la hora de entrada a clase se ha vuelto de lo más reivindicativa en Carril. Hoy, seguirán las pancartas.