Al partir, un puño y una flor para Seso Giráldez

Al partir, un puño y una flor para Seso Giráldez
29 julio 2012. Vilagarcía. El socialista Seso Giráldez recibió un emotivo homenaje en el restaurante Acebo al que asistieron cerca de 170 personas entre los que se encontraba el secretario general del PSOE en Galicia, Pachi Váz

José Giráldez Maneiro era una persona tan especial que hasta tenía nombre artístico. Él era Seso. Nadie lo diría viéndolo caminar con su aire despistado, pero fue un hombre importante. De esos que tejió la democracia sintiendo en las sienes la agujas del terror que imprimía un franquismo que asesinó hasta los últimos días.
Seso Giráldez fue, con sus errores y aciertos, clave en cada una de las batallas que el Partido Socialista emprendió no solo en Vilagarcía, sino en la comarca. Su lucha comenzó en la clandestinidad. Hijo de un maestro republicano represaliado conoció la libertad en las colonias africanas. Destinado en Bata (Guinea Ecuatorial) como oficial de juzgado comenzó a colaborar con otras personas de izquierdas. 
Un año después de la muerte de Franco el PSOE, todavía en la clandestinidad, celebró su XXVI Congreso en Madrid. Allí estaba Seso, aprovechando uno de sus permisos de verano. Y allí recibió un encargo muy especial. Él mismo lo contaba en una entrevista a Diario de Arousa en el año 2003.
“Allí conocí a Felipe González, Alfonso Guerra y Mújica, que me pidieron si les podía echar una mano para volver a organizar la estructura del partido en Galicia”. Dicho y hecho. Junto a su inseparable Otilia Míguez, su mujer, Seso Giráldez comenzó a extender un manto de rosas socialistas por toda Arousa. En Vilagarcía lo hizo de la mano, entre otros, de Celso Callón, Severino González Rollán “Chuchi” y Rosa Martínez “la del Carballinés”.
“A las dos semanas ya teníamos más de veinte. Al primer congreso fuimos 29”, comentaba con orgullo. Para contactar con posibles socialistas utilizaba un método que solo alguien como él podría idear: Preguntaba en las librerías por los compradores de “Triunfo”. Ayudaba que al otro lado del mostrador se encontrase gente de la talla de Pampín.
Después comenzó a complicarse la política y Seso Giráldez fue la mano que meció la cuna socialista durante mucho tiempo. A él le debe el PSOE los 17 años de gobierno de Javier Gago y muchas cosas más. Socialista hasta las últimas consecuencias aparece junto a Alberto Varela en la foto de las elecciones de 2015. Cerraba la lista.
José “Seso” Giráldez nació en Carril 1933 aunque, como los de Bilbao, él era de donde quería ser y a veces dependía de donde fuese el mitin. Fue fundador del Partido Socialista en Vilagarcía. Fue diputado en el Parlamento Gallego. Fue concejal. Fue candidato a la Alcaldía cuando nadie quería presentarse. Fue padre, fue un amoroso abuelo. Fue un amigo leal, de esos que está a las duras y a las maduras. Fue un hombre de baja estatura y alta talla. De ojos pequeños y sonrisa ladeada que miraba al mundo siempre preguntando. Seso Giráldez fue, como muchos de los que se enfrentaron al franquismo, de los verdaderos “padres de la democracia”. Sin trono que lo esperase. Su esquela no reza pero si cuenta que fue un hombre que “soñou coas grandes alamedas do home libre e loitou por abrilas”. Un día antes de que la muerte se lo llevase de sopetón se cumplieron 39 años del regreso de Dolores Ibárruri a España. “Para ellos los laureles, la regalada historia”, cantaba Ana Belén a la Pasionaria. Sobre Seso aún quedan muchas letras para hacer justicia.

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