La polémica por una ayuda origina otro enfrentamiento entre oficialistas y críticos de la Cofradía carrilexa

La polémica por una ayuda origina otro enfrentamiento entre oficialistas y críticos de la Cofradía carrilexa
Mariscadoras trabajando en Carril en una imagen de archivo | gonzalo salgado

La Cofradía de Carril sufrió ayer un enfrentamiento entre oficialistas y críticos. Un grupo de mariscadoras pidió explicaciones al presidente de la agrupación de a pie al conocer que la Consellería do Mar había concedido la subvención de 16.0000 para regenerar A Fangueira porque cumplía con los requisitos; ayuda que la Cofradía rechaza –basándose en informes jurídicos– porque fue solicitada por la junta gestora que gobernó el Pósito en el periodo preelectoral. Entre gritos de “directiva dimisión”, según relataron algunos testigos, el presidente decidió anular la jornada de trabajo y, aunque Mar rechazó su petición, el patrón mayor, José Luis Villanueva, le dio su respaldo y aseguró que la tensión en el seno de la institución carrilexa se está elevando hasta el punto de que han aparecido coches rayados y se están utilizando conductas “propias de incívicos e covardes”.

Despidos
La exaltación ha ganado intensidad tras el acuerdo de la Xunta Xeral de despedir a tres empleadas. Una ya recibió la carta de despido, pero Villanueva insistía ayer en que la junta solo le dio facultades para realizar despidos e “non quere dicir que vaia tomar tal decisión”, así como para “reestructurar” el personal. Pero ya antes, una cascada de dimisiones que precisamente obligó a convocar unas elecciones, que volvió a ganar el patrón, dejó entrever la existencia de un sector descontento con su gestión.
Respecto al episodio de ayer, ocurrido en A Fangueira, Villanueva explicó que el presidente de a pie decidió anular la jornada de trabajo cuando un grupo de unos 30 trabajadores le pidieron explicaciones por la subvención porque “podía haber agresións no mar e é un perigo, fixo o que tiña que facer”. El patrón mayor aseguró que le increparon a él y a la secretaria de la agrupación y que “non vou consentir nin agresións nin abucheos á directiva” por parte de socios que actúan de “xeito covarde e incívico”. Y es que considera que si existe algún problema o tenían información sobre el tema de la subvención, “ou se sinten prexudicadas teñen uns órganos de goberno aos que dirixirse”. También mantuvo que existe un informe jurídico que les impide aceptar la ayuda de 16.000 euros “e ninguén máis ca nós –a xunta xeral– quere ter máis recursos para o marisqueo a pé, que era unha asignatura pendente”.
El presidente también trasladó su decisión a Mar, pero la rechazó porque no se hizo con antelación suficiente y además ya se había empezado a trabajar y la actividad solo puede detenerse por causas de fuerza mayor, informaron sus responsables. De hecho, finalmente los trabajadores fueron a mariscar.

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