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jueves | 18 abril | 2024
La Policía Nacional encontró una pistola de balines en la empresa del hombre al que su exempleado denunció por disparar un tiro al aire tras una discusión. Los agentes entregaron las diligencias en el Juzgado, y dieron por finalizada su intervención en la investigación, salvo que el magistrado decida nuevas actuaciones.
Ante los tribunales compareció el denunciado, aunque no en calidad de detenido. Un repartidor que trabajaba en su empresa, situada en Cea, lo denunció por amenazarle presuntamente con una pistola y pegar un tiro al aire. Los supuestos hechos habrían ocurrido el miércoles por la tarde, y el trabajador acudió de inmediato a presentar denuncia ante la Comisaría.
Al parecer, según el relato del demandante, la discusión se produjo por una factura de algo más de trescientos euros. Las partes no se pusieron de acuerdo sobre quién tenía que abonarla, por lo que el trabajador advirtió de que acudiría a un abogado.
Fue en ese momento cuando, siempre según el relato del denunciante, el empresario le dijo que esperase “un segundo”, fue a su coche y volvió con un arma en la mano. Asegura el trabajador que gritó “a mi no me ventas con abogados” y lo apuntó con el arma, procediendo a realizar un disparo al aire.
El empresario no quiso dar la versión de los hechos a este diario, pero si dijo que era “contraria” a la del repartidor y que se trataba de una “denuncia falsa”. Ahora los hechos se encuentran en los tribunales vilagarcianos.
Presunta estafa
Por otra parte, un vecino de Vilagarcía advierte de una posible estafa que logró evitar. Ayer por la tarde recibió la llamada telefónica de un hombre que le dijo llamar en nombre de Microsoft. En todo momento se expresó en inglés, aunque su receptor asegura que el acento era claramente “asiático”. En la llamada, le comunicaron que su ordenador estaba infectado por un virus.
El hombre le contestó que el aparato estaba apagado y que él se encontraba fuera de casa, en un viaje. Al otro lado del teléfono insistieron en que encendiese el ordenador, para que así ellos pudiesen “limpiar” el supuesto virus.
El vilagarciano no cayó en la trampa, les dio largas como pudo y finalizó la conversación telefónica. Después aprovechó para entrar en Google y descubrió que, tal y como sospechaba, se trataba de una estafa que ya se había cobrado más de una víctima. Por ello, el vecino de Vilagarcía decidió dar a conocer los hechos, con la intención de que nadie caiga en una estafa que se lleva a cabo de forma aleatoria, como muchas de las que pululan por la red.
