La renuncia de varios concesionarios evidencia la crisis de la plaza de abastos

La marcha de concesionarios agrava la crisis en la que vive inmersa la Praza de Abastos durante los últimos meses. La Xunta de Goberno Local aprobó hace unas semanas tres renuncias de titulares de puestos. Dos tienen su actividad en el exterior del emblemático inmueble situado en Alexandre Bóveda, mientras que otra tiene un puesto de pescado en el interior.

Los tres solicitan una dispensa de seis meses en el ejercicio de la actividad y la respuesta del ejecutivo socialista, aprobada por la Xunta de Goberno Local, es la de aprobar un cese de actividad de dos meses. En uno de los casos también solicita la transmisión del puesto. A este respecto, desde el ejecutivo apelan a lo establecido en el reglamento en vigor, ya que el nuevo “non está aprobado definitivamente na actualidade”.

En cualquier caso, no es una situación aislada, sino que han sido varios los titulares de los puestos que solicitaron una dispensa o incluso presentaron la renuncia a sus puestos. Peticiones que fueron resueltas en anteriores reuniones del gobierno local, en los pasados meses, y que no hacen más que evidenciar una crisis que reconocen desde la propia Asociación de Placeros.

Lo que reivindican desde el colectivo es que se ponga en marcha el nuevo reglamento, unificando los horarios y días en los que deben acudir los concesionarios. Y es que el portavoz del colectivo, Juan Carlos López, considera precisamente que la imagen de vacío es la que más daño hace a la actividad. “Se ven que non hai vendedores a xente xa non entra”, explicó hace unas semanas.

Un problema que se agrava con estas renuncias, dos de las cuales se producen en el exterior del recinto, donde ya se produjeron también jubilaciones y marchas. El nuevo reglamento que reclaman los placeros se encuentra “retenido” en Ravella desde el pasado mandato. Otros vendedores presentaron alegaciones y, por el momento, no hay resolución al respecto ya que no se produjo la aprobación definitiva.

Dinamización, el objetivo
La dinamización de la plaza es uno de los objetivos que se marcaba, precisamente, la ordenanza elaborada por el ejecutivo socialista. Una meta que, por el momento, está lejos de conseguirse. La crisis de la plaza va pareja a la del mercadillo, con un notable descenso de los puestos.